La guerra en Ucrania muestra signos de estancamiento, a pesar de las afirmaciones de Rusia de haber mejorado sus posiciones en el frente en la última semana. Sin embargo, una misteriosa enfermedad, conocida como "fiebre del ratón", ha tomado por sorpresa al Ejército del Kremlin, causando estragos entre sus filas. Esta afección, transmitida por la exposición a la orina de animales infectados, presenta síntomas que van desde fiebre extrema hasta sangrado en los ojos y náuseas.

La Inteligencia militar ucraniana revela que numerosos soldados rusos en la región de Járkov están siendo afectados por esta extraña enfermedad. La Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania (GUR) señala que las quejas sobre la fiebre fueron ignoradas por el mando ruso, que las consideró como intentos de evadir la participación en las hostilidades. Como resultado, la "fiebre del ratón" ha mermado significativamente la capacidad de lucha de las fuerzas rusas, según la Inteligencia ucraniana.

La leptospirosis, causa de la enfermedad, puede tratarse con antibióticos, pero su ignorancia puede llevar a complicaciones graves, incluyendo daño renal y riesgo de muerte, advierten los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Las condiciones en el frente ucraniano, con trincheras infestadas de roedores, contribuyen a la propagación de estas enfermedades. El GUR destaca el creciente descontento entre las fuerzas rusas debido al suministro inadecuado de artículos de invierno y la falta de asistencia médica. Mientras tanto, expertos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) sugieren que la situación en el frente de 2,000 kilómetros se ha estabilizado, con pequeños avances rusos en la región oriental de Donetsk.

A pesar de las afirmaciones del Ministerio de Defensa ruso sobre la repulsión de ataques ucranianos, el ISW advierte que la guerra de posiciones en Ucrania podría inclinarse en cualquier dirección debido a decisiones tomadas por Occidente. Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, sostiene que las tropas rusas tienen la iniciativa, reafirmando los objetivos de la campaña militar de "desnazificación" y "desmilitarización" de Ucrania. La situación en el frente, aunque en aparente estancamiento, sigue siendo incierta y sujeta a cambios estratégicos.