La ciudad de Kiev ha sido sacudida por una serie de explosiones masivas en las primeras horas de este martes. Estos ataques, que han dejado un rastro de muerte y devastación, han sido atribuidos a misiles lanzados por Rusia, en una escalada dramática del conflicto en Ucrania.

Según informes, las explosiones comenzaron poco después de las seis de la mañana, resonando con intensidad en el corazón de la capital ucraniana. Las autoridades locales han atribuido estas explosiones a la activación de las defensas antiaéreas, en un esfuerzo desesperado por contrarrestar los misiles rusos. Sin embargo, el impacto de esta agresión se ha sentido en diversas regiones de Ucrania, incluyendo el noreste, el centro, el norte y el oeste del país.

Los canales de Telegram ucranianos hablan de una "lluvia de misiles rusos" sobre varias regiones, una descripción que pone de relieve la magnitud y la gravedad de la situación. Mientras tanto, la respuesta oficial de Ucrania y el balance completo del armamento utilizado y del éxito de las interceptaciones aún están por confirmarse.

Esta oleada de ataques ha generado una reacción internacional, con la ONU condenando los "brutales e indiscriminados" ataques de Rusia. Según declaraciones de Naciones Unidas, "los ataques brutales e indiscriminados contra los civiles deben terminar", destacando la devastación y el sufrimiento que la invasión rusa está causando en Ucrania.

Además, la Fuerza Aérea polaca ha reactivado misiones de vigilancia en respuesta a los ataques, y la Unión Europea debatirá la extensión de las exenciones arancelarias a Ucrania hasta 2025, en un gesto de apoyo continuo al país asediado.

El ataque ruso a Ucrania no solo ha provocado una crisis humanitaria y un conflicto militar, sino que también ha desencadenado una serie de ciberataques que han afectado a instituciones rusas, según la inteligencia militar de Ucrania.

Este último ataque a Kiev y otras ciudades ucranianas, que ocurre justo antes del tercer aniversario del inicio de la invasión rusa, subraya la continua y creciente tensión en la región. Con al menos cinco muertos y 40 heridos reportados hasta ahora, este día quedará marcado como uno de los más oscuros en la historia reciente de Ucrania.