Funcionarios de Estados Unidos han revelado que desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania el 24 de febrero de 2022, alrededor de 42.000 civiles ucranianos han perdido la vida, según publica Fox News. Esta cifra es notablemente más alta que las estimaciones previas, siendo aproximadamente cinco veces mayor.

Además, se reporta que las fuerzas rusas han sufrido bajas significativas, con 50,000 soldados muertos y 180,000 heridos. Por su parte, Ucrania también ha experimentado pérdidas severas, con 20,000 militares muertos y 130,000 heridos en los últimos 15 meses.

La Casa Blanca y el Pentágono no han respondido de inmediato a solicitudes de comentarios sobre estas nuevas cifras de bajas. No obstante, el Pentágono espera que la adición de munición estadounidense, valorada en 375 millones de dólares, junto con la decisión de permitir a pilotos ucranianos entrenar en aviones de combate F-16 estadounidenses, ayuden a romper el estancamiento actual en la guerra.

Se espera que Ucrania lance una ofensiva de primavera en las próximas semanas, según funcionarios estadounidenses. Algunos expertos en política exterior señalan al Reino Unido como líder en la introducción de nuevas armas a Ucrania, entrenando primero a pilotos ucranianos en jets de cuarta generación, seguido de la decisión de enviar misiles de crucero Storm-Shadow a Ucrania, similares a los Tomahawk estadounidenses pero con un alcance más limitado.

Esta información destaca la gravedad del conflicto en Ucrania y la escala de la tragedia humana que se está desarrollando. La comunidad internacional continúa observando de cerca la situación, buscando formas de apoyar a Ucrania y frenar la escalada del conflicto.