La biblioteca municipal de Los Corrales de Buelna celebró una de sus fiestas más importantes del año, la recepción de las familias con niños nacidos el año pasado para recibir la invitación de la propia biblioteca a formar parte de sus futuros socios y, con ella, un libro para iniciar su andadura en el mundo de la lectura. Al acto asistieron una treintena de familias, el concejal de Personal y Servicios Sociales, Alfredo Casanova, la de Educación y Cultura, María Ángeles Lombilla, y representantes del Programa de Apoyo Integral a las Familias, además de la responsable de la biblioteca, Ana Ara.

Ella fue la anfitriona de un acto, ‘Un bebé, un libro’, que se celebró en la ‘bebeteca’ del nuevo edificio, donde abogó por la necesidad de «cuentos, historias, nanas» en el hogar; habló de los libros como el mejor antídoto contra la invasión de la tecnología y la actual vida frenética; de su valor en el crecimiento emocional e intelectual de la persona; y terminó haciendo suya la frase de que «nunca es demasiado pronto para introducir la cultura en la vida de los niños». 

Por eso desde 2016 cada recién nacido en Los Corrales de Buelna recibe un libro y la documentación para ser socio de la biblioteca. Por eso acudieron dos concejales del equipo de gobierno, Alfredo Casanova, que resaltó la importancia de la cultura en todas las edades e invitó a las familias a hacer uso de la biblioteca, y María Ángeles Lombilla, centró su discurso en recalcar que el hábito de la lectura «es el mayor legado que pueden dejar los padres a sus hijos» e incidió en la importancia de leer delante de los hijos, «porque la mejor forma de educar es predicar con el ejemplo». 

Y todo ello una semana antes de la celebración del segundo año de la nueva vida de la biblioteca municipal en el Espacio La Plaza. 

En el primer año se sumaron al proyecto 599 socios y se prestaron cerca de 16.000 volúmenes, más de 50 diarios; 54.260 personas visitaron las instalaciones para pedir o devolver un libro, leer, trabajar, estudiar o asistir a las 89 actividades organizadas, prácticamente dos por semana; más de 800 alumnos de entre tres y 12 años visitaron el edificio, de colegios no solo de Los Corrales; y fueron innumerables los encuentros con escritores o ilustradores y contadores de historias, talleres, presentaciones de libros, clubes de lectura y escritura, juegos. 

«Un año intenso tanto como ilusionante», decía entonces Ana Ara. Este año en el regalo iba también un resumen de los objetivos del Programa de Apoyo Integral a las Familias.