El término "pasiego" se refiere a una persona originaria o residente de la comarca de los Valles Pasiegos, ubicada en la comunidad autónoma de Cantabria, en el norte de España. Esta región es conocida por sus bellos paisajes montañosos y su rica tradición cultural y ganadera.

Los pasiegos son conocidos principalmente por su modo de vida tradicional, fuertemente vinculado a la ganadería y la producción de productos lácteos, como el queso. Tienen un profundo vínculo con su tierra y sus costumbres, y su identidad cultural se ha mantenido a lo largo de los siglos, a pesar de los cambios y desafíos del mundo moderno.

En resumen, "pasiego" es tanto un término geográfico como cultural, describiendo a las personas y su forma de vida asociada con los Valles Pasiegos en Cantabria. 

Los pasiegos son conocidos por su estilo de vida tradicional, que ha estado históricamente centrado en la ganadería y la agricultura. Su economía ha sido tradicionalmente autosuficiente, basada en la cría de ganado, especialmente vacas, para la producción de leche y derivados lácteos. Esta práctica ha dado lugar a una variedad de productos típicos de la región, que incluyen:

1. Queso Pasiego: Un queso artesanal elaborado con leche de vaca. Es suave y cremoso, con un sabor distintivo que refleja la dieta de las vacas alimentadas en los ricos pastos de la zona.

2. Sobaos Pasiegos: Probablemente el producto más famoso de la región, los sobaos son bizcochos esponjosos y húmedos, tradicionalmente hechos con mantequilla, azúcar, huevos y harina. Se caracterizan por su textura suave y un sabor dulce y ligeramente cítrico.

3. Quesadas Pasiegas: Otro postre tradicional, la quesada es una especie de pastel de queso hecho con cuajada, huevos, mantequilla, harina y limón. Tiene una textura densa y un sabor distintivamente dulce.

La cultura pasiega también se distingue por sus construcciones únicas, como las cabañas pasiegas, que son edificaciones rústicas hechas de piedra y madera, utilizadas tradicionalmente como viviendas y establos. Estas cabañas son un símbolo de la adaptación de la comunidad a un entorno montañoso y a menudo difícil.

Además, la comunidad pasiega ha mantenido a lo largo de los siglos una serie de tradiciones y costumbres únicas, incluyendo fiestas y ferias locales, donde se exhiben y celebran sus productos y su cultura. A pesar de los desafíos del mundo moderno, los pasiegos han conservado un fuerte sentido de identidad y continúan practicando muchas de sus tradiciones ancestrales.