Los lobos han vuelto atacar en la zona baja de Cabuérniga. Si la semana pasada mataron a alguna oveja de un ganadero de barrio valdáligo de Movellán, en la noche del domingo al lunes, los cánidos se dejaron sentir en Cabezón de la Sal, concretamente en una finca de la pedanía de Santibáñez de Carrejo, del municipio de Cabezón de la Sal, donde Joaquín Pelayo, sufrió un nuevo ataque en el que mataron a dos ovejas y dejaron a otra herida que «no sabemos si se salvará» y persiguieron al carnero que huyó hacia la Hoz de Santa Lucía.

El ganadero tenía un rebaño de 12 ovejas, en una finca bien cerrada, situada a escasos metros de Santa Lucía, donde se encuentran dos restaurantes y la capilla de la ‘Abogada de la buena vista’.

Llama la atención el hecho de que los últimos ataques se están produciendo en zonas bajas y próximas a los núcleos rurales.

Aunque los agentes del Medio Natural, en compañía de ganaderos y cazadores locales, han hecho alguna cacería en las zonas limítrofes de los ayuntamientos de Ruente, Valdáliga y Cabezón de la Sal, no se han logrado resultados positivos. Expertos cinegéticos consideran que los lobos están invadiendo zonas antes impensables al no sentirse presionados. Y señalan que, antes cuando se organizaba una batida, «se tiraba un cohete en Ruente y el lobo en un cuarto de hora estaba en Sejos. Ahora, se quedan en el monte y no salen huyendo».