En un giro político significativo en Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, del Partido Popular (PP), ha ganado las elecciones de 2023, asegurando su posición como presidenta con la abstención del PRC. Este cambio marca el fin de la era de Miguel Ángel Revilla, quien ha liderado la región durante años. Este año 2024, podría ser el último adiós del regionalista.

La victoria del PP, en las pasados comicios, acercándose a la mayoría absoluta, refleja un cambio en el sentimiento del electorado, que ha optado por un enfoque liberal tras años de liderazgo del PRC, enquistado en políticas con tendencia socialista. El PSOE, liderado por Pablo Zuloaga, se ha consolidado como la segunda fuerza política en Cantabria, pero no ha logrado desafiar efectivamente al PP.

La investidura de Buruaga, con la abstención clave del PRC, sugiere un cambio en las alianzas políticas y estrategias en la región. Revilla, afectado por la derrota, ha criticado la influencia del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en los resultados electorales, señalando un distanciamiento entre las políticas nacionales y regionales.

En Santander, el PP también en las pasadas elecciones ha logrado consolidarse bajo la liderazgo de Gema Igual, obteniendo una mayoría absoluta que refuerza aún más su posición en la comunidad autónoma.

Con esta nueva configuración política, Cantabria se prepara para una era de gobierno del PP en solitario, prometiendo cambios significativos en la política y la administración regional. El futuro político de Revilla y el PRC, tras esta inesperada derrota, sigue siendo una incógnita en el escenario político de Cantabria.