El presidente Joe Biden ha declarado el 31 de marzo, coincidiendo este año con el Domingo de Pascua, como el "Día de la Visibilidad Transgénero". Esta decisión ha desatado una ola de críticas por parte del expresidente Donald Trump y otros líderes conservadores, quienes exigen una disculpa a la comunidad cristiana.

El Domingo de Pascua, una fecha sagrada que conmemora la resurrección de Jesucristo, se ve ahora compartido con una celebración que, según críticos, minimiza la importancia de este día central para el cristianismo. La secretaria de prensa nacional de Trump, Karoline Leavitt, tildó la acción de Biden de "espantoso e insultante", enmarcándola como parte de un ataque continuo a la fe cristiana por la administración actual. 

"Hacemos un llamado a la fallida campaña de Joe Biden y a la Casa Blanca para que se disculpen con los millones de católicos y cristianos en todo Estados Unidos que creen que mañana es para una sola celebración: la resurrección de Jesucristo", dijo.

El anuncio de Biden, que busca honrar el coraje y las contribuciones de los estadounidenses transgénero, ha sido recibido con indignación en sectores que ven en este gesto un menoscabo a las tradiciones cristianas. Figuras destacadas del conservadurismo y usuarios de redes sociales han expresado su rechazo, calificando la coincidencia de fechas como una provocación innecesaria.

Caitlyn Jenner, ex decatleta ganadora de la medalla de oro olímpica, escribió en X que "lo único que deberías declarar en este día es 'ÉL ha resucitado'".

"Estoy absolutamente disgustado de que Joe Biden haya declarado el Día más Santo de los Santos -un autoproclamado católico devoto- como Día de la Visibilidad Transgénero", escribió Jenner. "Lo único que deberías declarar en este día es 'ÉL ha resucitado'".

Joe Biden has declared Easter Sunday “Transgender Day of Visibility”

What a slap in the face to all Christians in America… pic.twitter.com/ZGESRC3GUO

— Benny Johnson (@bennyjohnson) March 30, 2024

El hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr. , escribió en X: "Esta es la nueva religión de la izquierda. Quieren que la gente adore la bandera trans en lugar de Dios. Hay que detenerlos".

Este enfrentamiento pone de relieve la tensión existente entre el reconocimiento de los derechos y visibilidades de las comunidades LGBTI+ y el respeto a las tradiciones religiosas, en un contexto de creciente polarización social y política. La discusión subraya la complejidad de navegar la diversidad y la inclusión en el espacio público, especialmente en fechas de profundo significado espiritual para muchos.

El debate continúa en las redes, reflejando un diálogo nacional más amplio sobre la convivencia de diferentes identidades y creencias en la sociedad estadounidense.