El Ayuntamiento de Santander ha anunciado una adaptación significativa en el proyecto del aparcamiento disuasorio del Sardinero. En lugar de ser subterráneo, como se había previsto inicialmente, se construirá en superficie. Esta decisión se toma manteniendo la capacidad de 800 plazas, debido a que el costo proyectado para la construcción subterránea superaba significativamente el presupuesto estimado, ascendiendo a una cantidad considerablemente mayor que los 8,4 millones de euros (IVA incluido) solicitados para este fin a fondos europeos.

La Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy el proyecto revisado, que contempla la construcción del aparcamiento disuasorio intermodal en las explanadas al este y oeste de los Campos de Sport del Sardinero. El presupuesto base de licitación para este proyecto se estima en 4,19 millones de euros.

El concejal de Fomento y Movilidad Sostenible, Agustín Navarro, ha destacado la necesidad de esta adaptación del proyecto inicial debido a las dificultades geotécnicas encontradas en el estudio del terreno, lo que impactó en el presupuesto final. Esta revisión técnica busca ajustar el presupuesto al estimado inicialmente, sin alterar los objetivos de la actuación, que incluyen fomentar el cambio modal hacia formas de transporte más sostenibles.

El proyecto contempla la habilitación de 753 plazas de aparcamiento en la explanada este, junto con 20 plazas para personas con discapacidad, 31 plazas para motos y 34 plazas de recarga para vehículos eléctricos. En la explanada oeste se dispondrá de 97 plazas de aparcamiento, 4 plazas para personas con discapacidad, 15 plazas para motos y 24 plazas para autobuses.

Los accesos y salidas al aparcamiento estarán ubicados estratégicamente para facilitar el flujo de vehículos y autobuses, con conexiones desde las calles San Agustín y Real Racing Club.

Las obras, programadas para comenzar en septiembre, incluirán la renovación del alumbrado, la urbanización de las áreas de circulación vehicular y peatonal, así como la instalación de sistemas de seguridad y control, como un circuito cerrado de televisión.

La adaptación del proyecto ha sido recibida con diversas opiniones por parte de los ciudadanos y expertos en urbanismo. Algunos consideran que la decisión de construir en superficie podría tener un impacto visual negativo en la zona, mientras que otros argumentan que esta opción es más económica y menos disruptiva para el entorno.

Por su parte, desde el Ayuntamiento se ha asegurado que se llevarán a cabo medidas para minimizar el impacto visual y ambiental del aparcamiento, como la integración de zonas verdes y la utilización de tecnologías sostenibles en su construcción y funcionamiento.

El proyecto del aparcamiento disuasorio del Sardinero forma parte de un plan integral de movilidad urbana impulsado por el Ayuntamiento de Santander, que busca promover formas de transporte más sostenibles y reducir la congestión en el centro de la ciudad. Se espera que la puesta en marcha de este aparcamiento contribuya a mejorar la accesibilidad al centro urbano y fomente el uso del transporte público.

El proceso de adaptación del proyecto ha involucrado a diversos actores, incluyendo a expertos en ingeniería y urbanismo, así como a representantes de la comunidad local. Se han llevado a cabo reuniones informativas y consultas públicas para recabar opiniones y sugerencias, con el objetivo de garantizar que el proyecto final satisfaga las necesidades y expectativas de los ciudadanos.

Además de la construcción del aparcamiento disuasorio, el Ayuntamiento de Santander está trabajando en otras iniciativas para mejorar la movilidad urbana, como la ampliación de la red de carriles bici, la implantación de sistemas de transporte público más eficientes y la promoción del uso compartido de vehículos.

En este contexto, el aparcamiento disuasorio del Sardinero se presenta como una pieza clave en el puzzle de la movilidad urbana de Santander, proporcionando una opción de estacionamiento conveniente y accesible para aquellos que deseen dejar su vehículo y utilizar medios de transporte alternativos para desplazarse por la ciudad.

Con la aprobación del proyecto revisado por parte de la Junta de Gobierno Local, se espera que las obras comiencen según lo programado en septiembre. Se prevé que la construcción del aparcamiento disuasorio tenga un plazo de ejecución de aproximadamente dos años, durante los cuales se llevarán a cabo las obras de urbanización y las instalaciones necesarias para su funcionamiento.

Una vez completado, se espera que el aparcamiento disuasorio del Sardinero contribuya significativamente a mejorar la movilidad urbana en Santander, al tiempo que se reduce el impacto ambiental y se promueven formas de transporte más sostenibles y eficientes.