27.04.2024 |
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FERNANDO GONZÁLEZ

El cineasta con raíces cántabras que dejó los aviones para embarcarse en el viaje de su vida

El director de cine, Fernando González, estrena su segunda película en las salas de cine

Fernando González Gómez durante uno de sus rodajes. /  Juanma Bernabéu
Fernando González Gómez durante uno de sus rodajes. / Juanma Bernabéu
El cineasta con raíces cántabras que dejó los aviones para embarcarse en el viaje de su vida

Fernando González Gómez (Madrid, 1984) lleva, prácticamente, media vida dedicado al séptimo arte, a pesar de no haber sido un camino de rosas. Ingeniero aeronáutico y de origen cántabro, este joven cineasta autodidacta compaginó sus trabajos en Iberia y Airbus con la dirección de cortometrajes de terror fantástico, para hacerse un hueco en esta complicada industria cinematográfica. Fue entonces cuando decidió apostar por su sueño. Su ambición y sus ganas le hicieron dejar a un lado su carrera profesional y embarcarse en el mundo audiovisual.  

 

Miembro de la academia de cine, desde 2004 ha participado en calidad de productor, montador, guionista y director en 36 cortos. Uno de ellos, “Down Under”, fue candidato a la nominación de los Premios Goya- antes de dar el salto a las salas de cine. Su primer filme 'Estándar' logró el premio del jurado en el prestigioso Festival de Cine de Austin (Estados Unidos).

 

Este viernes tuvo lugar el estreno en Madrid de su segunda cinta 'La Pasajera', que codirige junto a Raúl Cerezo, una película de terror que gira en torno a un viaje en una vieja furgoneta. El filme, que pasó por los festivales de San Sebastián y Sitges, es una comedia, con momentos de risa y con un trasfondo feminista en todas sus alegorías.

 

¿Cómo está siendo la acogida de 'La Pasajera'?

Estamos muy contentos tanto Raúl como yo de la acogida en festivales. La película la disfruta mucho el público, es bastante celebrada y el público esta reaccionando: donde queríamos que disfrutara, disfruta, donde queríamos que se riera, se ríe y donde queríamos que se asustara, también se asusta, entonces, el filme está funcionando. Ahora, vamos a ver, porque es verdad que hemos pasado por festivales de cine especializados, donde el espectador medio busca el género y es lo que quiere ver, pero nuestra película tiene también comedia, mucho de Berlanga, de la tradición del cine español, de la comedia negra y creemos que eso puede llegar al público no asiduo al terror a ver nuestra película.

 

¿La película se va a distribuir prácticamente por toda España?

Están confirmando el número de provincias y salas donde se va a distribuir, pero tenéis que entender que una película independiente, que no tiene una major detrás, pues, le es muy complicado acceder a las salas, es una lucha también, poder entrar y tener nuestro hueco en salas.

 

La cinta es una road-movie sobre un viaje compartido en una vieja furgoneta, a la que llamáis la vane”.

“La vane” es ese amor platónico y secreto de nuestro personaje Blasco, de la marca Ebro. Es un personaje más. Es el amor de su vida, a la cual pediría matrimonio si no fuera una furgoneta o como dice Raúl, es la única mujer que le aguanta.

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Fotograma de la película ‘La Pasajera’.

 

En ese viaje del que hablamos, la furgoneta atropella una mujer y, a partir de ahí, suceden varios problemas a resolver.

Sí, la sinopsis, la cual no contamos mucho. Está el trailer por internet y ha tenido mucho éxito, montado por Miguel Ángel Trudu, que es un maestro de los trailers. Ganó este año el mejor trailer en los Premios Feroz por 'La Abuela', de Paco Plaza. Lo que contamos siempre es que es un microclima, esa furgoneta compartida, ese blablacar, en el cual Blasco lleva a esas tres mujeres a su destino a Valgarde y en el camino atropella a una excursionista asiática que parece que porta algo en su interior o algo ocurre. Como slogan siempre decimos que no te sientes a su lado.  

 

¿Cómo surgió el argumento de la historia?

La idea viene del propio codirector, Raúl Cerezo, que en un viaje a Sitges, iban en un blablacar conduciendo y recogieron a una anciana, que era muy afable hasta que entró un chico de raza negra y empezó a insultarle y a vejarle y se convirtió en un monstruo racista. Eso llevado al género, 'La Pasajera' viene a contar ese entorno amable o ese viaje compartido con gente con sus diferencias que, de pronto, entra un agente externo dentro de ese microcosmos narrativo, que es nuestra furgoneta y, a partir de ahí, todo se va a la “mierda”.

 

Sí, hablamos de cine de terror, pero a la vez también se mezclan momentos risueños con un trasfondo feminista.

Sí, siempre nos gusta que haya varias lecturas y la película tiene varias capas y dentro de que es una cinta de entretenimiento, para pasarlo bien, de aventuras fantásticas, pero luego tiene ese reflejo de la sociedad dentro de esa furgoneta con ese tipo casposo que está destinado a extinguirse, más esas mujeres más empoderadas, más modernas, con otra educación, con otra forma de entender la sociedad y se generan conflictos y dejamos al espectador que saque sus propias lecturas cuando salga del cine.

 

Hoy en día, ¿apostar por el cine de género es atrevido?

El cine de género tradicionalmente e históricamente ha sido el cine utilizado para la crítica social de una manera encubierta, por así decirlo, crítica social o cualquier otro tema. El tener la fantasía o el género permite explorar unos lugares desconocidos, inventados, que pueden ser el reflejo de la sociedad, que pueden ser el reflejo de nuestros miedos, de muchas cosas. Es una gran herramienta el cine de género para todo esto y no lo estamos inventando nosotros.

 

¿Ves el cine como forma de educar a la sociedad?

Yo no creo que el cine deba adoctrinar a nadie, pero sí creo que es una forma de expresión y como forma de expresión, de opinión o de formas de ver el mundo, luego salen las lecturas del espectador, que pueden ser muy variadas y, a raíz de ahí, efectivamente, se pueden aprender muchas cosas o puedes culturizarte y ver otras maneras de ver el mundo en ojos de los cineastas que te lo muestran en la pantalla.

 

 

La música adquiere un protagonismo sin igual en la película. ¿Por qué se apostó por el pasodoble al no ser característico de un filme de miedo?

Para nada. A veces en los filmes de miedo utilizar el contrapunto en la música es característico y esto se encontró con el pasodoble, que funciona como contrapunto y como definición del personaje de Blasco. Inicialmente, en la primera versión del guión, el personaje escuchaba Radio Futura y, de pronto, un día Raúl viendo una secuencia de El Sur de Erice donde suena un pasodoble le emocionó. Es verdad que en este país se tiene muchos perjuicios con el pasodoble porque viene de una tradición taurina, pero si olvidas el tema de lo taurino, la verdad que las composiciones son emocionantes y como dice Raúl, a veces la definimos el John Williams de Albacete. Es verdad que Raúl y yo lo utilizamos más en el montaje final que en lo que viene determinado por guión, porque vimos cómo funcionaba como contrapunto y secuencias de terror, que se decoran o se acompañan con el pasodoble.

 

'La Pasajera' es la segunda película que diriges. Próximamente se estrenará 'Viejos'. Tres filmes rodados prácticamente en año y medio, ¿algo insólito para un debut cinematográfico?

 

Siempre se ha hablado que debutar en el cine es muy complicado, pero que aún más difícil es hacer la segunda película. En mi caso, he tenido la suerte de rodar a finales de 2019 la primera cinta, a finales de 2020 la segunda y principios de 2021 la tercera. Las dos últimas han sido codirecciones con el propio Raúl Cerezo y 'Estándar' fue una dirección en solitario, pero sí ha sido una suerte la mía poder dirigir tres películas en tan poco tiempo y haber podido estrenar una película en los cines en 2020. Ahora vamos a estrenar en 2022 y 'Viejos' se presentará en 2023 porque este año empezará a moverse en festivales, pero en salas entendemos que hasta el año que viene no llegará.

 

Si te hubieran dicho hace seis años que rodarías tres cintas en año y medio, ¿te lo hubieses creído?

 

No, tampoco hace dos. Es absurdo, impensable. Pero no impensable para mí, sino para cualquiera que se lo cuentes. Es alucinante. Llevábamos 15 años haciendo cortometrajes, nunca los hacíamos solamente para hacer largometrajes, sino que los hacíamos porque nos gustaban. Eran historias que queríamos contar. Y surgió la oportunidad de hacer el largometraje. Yo no había estrenado 'Estándar' en cines y estaba rodando 'La Pasajera'. Estrenamos 'Estándar' en cine y estábamos rodando 'Viejos' sin haber estrenado 'La Pasajera'. De hecho, 'Viejos' ya se ha terminado de rodar y fue ayer cuando se estrenó 'La Pasajera'. 'La Dali' me ha dado la oportunidad de dirigir las tres películas, una en solitario y dos con Raúl. Quieras que no, al ser dos, lo llevas mejor. Si hubieran sido en solitario no sé si hubiese aguantado el tirón o me hubiera suicidado.

 

¿Qué puedes avanzar de tu tercera película?

 

Podemos contar que es una película que se rodó con el mismo equipo de 'La Pasajera', al 95% y que nada tiene que ver con el segundo filme. La gente que ha visto 'La Pasajera' y vaya corriendo a ver 'Viejos' que, ojalá sea así, se va a encontrar una cosa radicalmente diferente, tremendamente dramática, cargante, cuyos referentes son 'El Resplandor' o 'La Semilla del Diablo', de Polanski. Estamos hablando de una película compleja, de terror, de miedo, de angustia, que nada tiene que ver con la amabilidad gamberra, por así decirlo, de la aventura, que es 'La Pasajera’.

 

Tu formación cinematográfica es autodidacta. ¿Cómo has aprendido para llegar tan lejos?

 

Viendo mucho cine. Es verdad que ahora se ha democratizado mucho con el video digital. Se puede grabar casi con cualquier cosa en buena calidad de video, pero antiguamente era complicado. Grabar en buena calidad y editar era complejo, hablamos de hace 17 años. Y conseguir los medios para montar y editar no era tan amable como ahora, que cualquiera edita con un móvil. Antes eran terribles los programas, no eran nada fáciles. Me dieron una charla en mi colegio Fernando Colomo y su mujer, orientada hacia la formación y me acuerdo que Fernando contó que era arquitecto. En concreto, en dirección de cine, me dijo que era más hacer que otra cosa porque era vocacional. Hay otras cosas que requieren unos conocimientos como muy técnicos, como la fotografía o la interpretación, pero la dirección permite que sea más una organización de equipos y contar una historia.

 

Echando la vista atrás, ¿es fácil llegar hasta aquí sin tener una formación propia?

 

Yo creo que es tremendamente difícil con formación o sin formación. Yo creo que hasta con padrino es difícil, que no es nuestro caso. Es un mundo tremendamente competitivo, pequeño, acotado. La industria española no es una industria boyante, en la que se produzcan muchísimas cosas, por lo tanto, no hay tanto hueco, tantos directores para hacer tantas cosas.

 

Hay pocos directores y, uno de ellos, Alejandro Amenábar decía hace unos meses que ahora mismo en la industria audiovisual el paro es cero', ¿qué piensas al respecto?

 

Yo creo que se interpretaron mal sus palabras. En realidad, él se refería a los técnicos. Es verdad que, a niveles técnicos -dirección de foto, maquinistas, eléctricos-, hay muchísimo trabajo porque se está rodando mucho. Es verdad que tanto como decir que el paro es cero en la industria es un titular demasiado grande. Se podría haber matizado que ha bajado mucho la desocupación, sobre todo, de la parte técnica de las producciones. Por ejemplo, en la parte artística, que serían los actores, el paro es tremendo.

 

¿Qué facilidades crees que debería haber para impulsar la industria cinematográfica?

 

Dentro de la formación en este país, hay mucha opción. Es verdad que pública menos. La mayoría de la formación técnica para acceder al mundo audiovisual es en escuelas privadas, por lo tanto, los costes hacen que no sea del todo accesible para todo el mundo, eso lo primero. Y lo segundo tan criticado en este país y donde se equivoca la gente, las ayudas al cine. Son ridículamente inferiores a otros países de nuestro entorno. Se critica mucho que las ayudas de este país son muy altas y, cada uno que diga lo que quiera, pero yo creo que deberían analizar los números de cómo se devuelven al Estado esas ayudas porque van a sueldos de gente. Gente que gana el sueldo y paga el alquiler, gente que gana el sueldo y paga el pan y se compra un coche, entonces el del concesionario vende un coche y, a su vez, cobra y paga sus impuestos, paga el piso, que se lo alquila a otro. Esto es una cadena. La gente no entiende que la producción cinematográfica genera mucho dinero. Se contratan carpinteros, transportistas, cocineros, camareros, maquilladoras, etc. Yo creo que se deberían impulsar más ayudas y creo que la gente que critica las ayudas debería callarse la boca e informarse.

 

¿Dirías entonces que labrarse un futuro como cineasta es pura utopía?

Es prácticamente imposible. Hoy en día con los niveles salariales que hay en España, vivir de dirigir solamente ficción es prácticamente imposible. De hecho, la mayoría de los directores de ficción combinan ficción con publicidad, con formación, porque solo de la ficción viven muy pocos directores de este país.

 

Tienes fuertes raíces cántabras. ¿Te haría mucha ilusión rodar en esta comunidad?

Ya hemos rodado dos cortometrajes, pero sí, tenemos un proyecto muy bonito que se llama 'Cohilla', precisamente por la Presa de la Cohilla. Es un thriler muy chulo, que nos gustaría poder rodarlo y presentarlo allí, pero ya sabéis que quién decide donde se ruedan las cosas son las productoras, en función de ayudas, de incentivos fiscales. Por lo tanto, no soy yo quién puede decir dónde rodar la película, pero la cinta se llama 'Cohilla' por la presa y es un thriler ambientado en valles cántabros porque los conozco y porque conozco a la gente de allí. Está pensada para ser contada allí.

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