Madrid, 8 mar (EFE).- La solidaridad ante la guerra de Ucrania multiplica las iniciativas de particulares en todas las comunidades, con taxistas en Madrid, bomberos en Valencia, mercaderes extremeños o familias gallegas y catalanas que hacen más de 6.000 kilómetros en furgoneta para llevar ayuda humanitaria y recoger refugiados.

Tras dos días de viaje, en la noche del lunes llegó a Málaga con 47 ucranianos que huyen de la guerra un autobús fletado por el empresario Vicente Jiménez Ifergan, que inicialmente tenía la intención de recoger a una familia de amigos para sacarlos de la zona de conflicto.

Sin embargo, al llegar a la frontera con Ucrania y ver la situación de los campos de refugiados, decidió hacer "todo lo que estuviera en su mano" para ayudar a más familias.

Paralelamente a esta iniciativa, en Cataluña Bernat e Ingrid, una familia de Manresa (Barcelona) ha viajado con dos furgonetas hasta Medyka, ciudad en la frontera de Polonia para ayudar a trasladar a España a decenas de refugiados.

"No tenemos amigos en Ucrania ni nadie nos había pedido ayuda antes de salir, pero por el camino hemos ido recibiendo mensajes de gente que sí conocía a ucranianos que buscaban transporte para salir de allí", ha explicado Bernat a EFE, quien ya ha avanzado que no será su último viaje.

También una pareja de Quiroga (Lugo) ha viajado esta semana hacia Ucrania en compañía de cuatro amigos de la comarca con el mismo objetivo. Son Miguel Garrido y Maite Pérez, que han recogido ya a 8 refugiados y este martes van a buscar a una niña de 13 años en la ciudad de Medyka, “porque se lo prometimos a su tía, que vive en Quiroga y está desesperada”.

Hace 3 días, el matrimonio de Granollers (Barcelona) formado por Edu Castellsagué y Txon Reverter partió hacia la misma ciudad junto a Patrov, Vasyl y Denys, tres ucranianos residentes en España en un convoy formado por tres furgonetas.

Los vehículos viajan cargadas de productos de higiene donados por farmacias y centros médicos locales, ropa de abrigo, sacos de dormir, pilas y baterías recogidas en el taller de Oleksandra, una modista de Ivankiv (Ucrania), afincada desde hace 22 años en Granollers.

En Madrid, 40 taxistas están concretando los detalles y autorizaciones para salir con destino Ucrania en cuanto sea posible. Realizarán un viaje de unas 60 horas de duración, con un coste de unos 1.300 euros entre combustible y peajes, que cubrirán ellos mismos.

Productos de primera necesidad también prevén mandar a Ucrania comerciantes de mercadillos extremeños, que aportarán la ropa de invierno, los zapatos o la comida que venden en estos puestos, que se unirán a las donaciones que recoge el Banco de Alimentos de Badajoz, que se encuentra "desbordado".

Este hecho ha obligado a suspender temporalmente la recogida de material que prevé trasportar una empresa local hasta la frontera con Ucrania.

Desde Bilbao también ha partido este martes un grupo de cinco vehículos médicos de la asociación de ayuda en carretera DYA con material sanitario y de primera necesidad para atender a los refugiados. Proceden de Vizcaya, Cantabria, Extremadura y León y tienen previsto llegar a última hora del miércoles al campo de refugiados de Dolhobyczzów (Polonia).

En Valencia, la asociación Bombers pel món y los médicos ucranianos Zhanna y Volodymyr, responsables de la atención de ancianos en dos residencias, trabajan para canalizar la recogida y el traslado de material donado por los vecinos, mientras que desde Ciudad Real, miembros de la Asociación en Ayuda al Niño (Crean) ha enviado un autobús a la frontera para recoger a 58 refugiados ucranianos.

Además, la asociación 'Expoacción', de Gijón, mandará otro autobús para recoger refugiados, y la intención es que ambos vehículos, tanto el que partirá desde Ciudad Real como el que saldrá desde Asturias, una vez que crucen la frontera, realicen el recorrido juntos a su destino final. EFE

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