27.04.2024 |
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En Cantabria, como en el fútbol, no sirve salir a no perder

Cantabria pierde.
Cantabria pierde.
En Cantabria, como en el fútbol, no sirve salir a no perder

En Cantabria conocemos bien el resultado que consiguen los entrenadores que diseñan equipos para mantener el resultado, para evitar recibir goles, descuidando la parte ofensiva. A corto plazo a veces funciona, evitas derrotas abultadas y da la sensación de que casi podías haber ganado. Pero a largo plazo, sin una apuesta ofensiva, siempre se pierde.

Contamos con un Gobierno regional atento a parar los golpes. Son capaces de implantar medidas contra el Covid cuando la epidemia está disparada o de cerrar la hostelería en caso de que haya muchos contagios. Son capaces de mirar alrededor, de esperar a ver qué hace el Gobierno central en Madrid (podían mirar al Gobierno autonómico) y actuar en consecuencia. Para bien o para mal.

También sabe nuestro líder regional maquillar los malos resultados en los medios de comunicación. Tenemos un gran tertuliano, capaz de solucionar de un plumazo los grandes problemas mundiales, mientras no atiende los propios. Toda una estrategia defensiva que puede dar resultados a corto plazo.

Lo que nos falta desde hace años, y en lo que debemos trabajar entre todos de cara al futuro de Cantabria, es una estrategia ofensiva. Esta Comunidad necesita un plan de choque efectivo contra el desempleo juvenil, necesita incentivar las nuevas tecnologías en pequeñas y medianas empresas, necesita renovar el turismo, apoyar al sector primario, mejorar la formación profesional y ayudar a las familias.

Es hora de quitarse de encima el miedo a perder, el miedo a apostar por nuestra gastronomía, por nuestro turismo y nuestros empresarios, pequeños y grandes. Eso de buscar los remedios fuera, esperando a que desde Madrid vengan con trenes cargados de proyectos, es un espejismo que se ha demostrado siempre termina en fracaso.

El Gobierno regional de Cantabria ha perdido ya demasiados trenes. Sobre todo el de la comunicación con el resto de la península. Es lo que pasa cuando no hay un gran proyecto industrial, cuando no hay un Gobierno fuerte y cuando todo se basa en pedir limosna. Si no hacemos valer la importancia estratégica de Cantabria no vamos a recibir apoyo para nuestras comunicaciones, por mucho que nos lamentemos.

Esta Comunidad no puede jugar al ‘Teruel existe’. No sirve la estrategia permanente de la queja. Cantabria tiene los elementos propios para liderar un proyecto de futuro, para destacar en innovación y nuevas tecnologías, para ser un referente en gestión turística, ganadera y sanitaria del siglo XXI. Solo hace falta trabajar con quienes sacan adelante estos negocios, escuchar, atender y respaldar sus propuestas. Así, contando con su experiencia y una dirección inteligente, se construye un liderazgo sólido y se sale a ganar en un escenario europeo y no meramente provinciano. Solo deseo que este 2022 empecemos a empeñarnos en ello.

En Cantabria, como en el fútbol, no sirve salir a no perder
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