03.05.2024 |
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Gastón Gómez, in memoriam

El ex alcalde de Santa María de Cayón, Gastón Gómez. / ALERTA
El ex alcalde de Santa María de Cayón, Gastón Gómez. / ALERTA
Gastón Gómez, in memoriam

​Estos días ha sido noticia el fallecimiento de Gastón Gómez, eterno Alcalde de Santa María de Cayón, tras una larga enfermedad que terminó poniendo fin a una vida intensa dedicada, en su mayor parte, a atender las necesidades de sus vecinos y a la continua mejora de un pueblo al que dedicó toda su energía durante muchos años, a lo largo de los cuales desempeñó su actividad al frente del Ayuntamiento con una entrega absoluta que se tradujo en innumerables mejoras que facilitaron e hicieron posible el espectacular crecimiento del municipio durante su extenso y fructífero mandato.

​Gastón es uno de esos políticos que consiguen algo que buscan prácticamente todos, pero que sólo llegan a lograr unos pocos, pues únicamente está al alcance de unos cuantos privilegiados; me refiero al cariño de aquellos hacia los que va dirigida su acción de gobierno. Y es que era difícil no quererle, puesto que había que rendirse a la evidencia de que era un Alcalde que hacía todo lo que estaba en su mano, todo lo posible y, a veces, lo imposible, para resolver los problemas de sus conciudadanos, siempre guiado por un único principio y por un único propósito, el de ayudar a los demás, poniéndose en cuerpo y alma a su disposición hasta conseguir encontrar una solución ante las múltiples peticiones que se le hacían, y que él trataba de satisfacer sin escatimar esfuerzos.

Y es que Gastón siempre tenía tiempo para todos; pasear con él por cualquier rincón o por cualquier calle de Santa María de Cayón era un espectáculo y, en esas ocasiones, había que olvidarse del reloj y de los horarios, porque él a todos atendía, con todos se paraba, a todos dedicaba el tiempo del que disponía y del que no disponía, hurtándolo muchas veces del que debería dedicarse a sí mismo o a su familia, que era su otra gran pasión. Durante sus mandatos vivió entregado a su tarea con dedicación exclusiva e intensiva, ejerciendo de Alcalde veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año. Y esa entrega y dedicación fueron, en buena medida, las que consiguieron despertar en los vecinos de Cayón un profundo cariño hacia su persona, las que le convirtieron en un regidor que era, de alguna manera, miembro y parte de todas las familias del municipio, pues resultaba fácil reconocer en él a un hijo, a un hermano y, casi siempre, a un amigo.

Este sentimiento se palpaba y quedó demostrado en el homenaje que se le hizo tras abandonar su cargo, en el que el calor y el reconocimiento de tanta gente se hizo patente, y resultó ciertamente emocionante. Aunque en esas fechas ya la enfermedad le había ido minando, él pudo sentir, no sólo ese día, sino en todo momento, el calor y el cariño de esos amigos cuyo sincero afecto se había ido ganando a lo largo de una vida, que ha sido un ejemplo de generosidad. Gastón ha dejado tras de sí un gran legado, y seguramente permanecerá en el recuerdo de mucha gente que le ha conocido, y de quienes han participado con él en la dedicación hacia las gentes de Santa María de Cayón, como me consta que hace en la actualidad la Alcaldesa, quien compartió a su lado tantas y tantas cosas.

Gastón fue un hombre con una vitalidad arrolladora, sólo sabía vivir y trabajar de una manera, con una enorme intensidad, de modo que, aunque desgraciadamente nos haya abandonado demasiado pronto, ha sido capaz de dejar una profunda huella en todos los que le conocimos y, por esa razón, siempre permanecerá en nuestra memoria.

Gastón Gómez, in memoriam
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