Sr. Director lo que está ocurriendo en nuestra patria chica es de antología. Si primero fueron  los trenes, el diseño, que no entraban en los túneles, ahora es el mismo Gobierno regional que sale a la palestra nacional, otra vez, para proclamar que el dinero público, de todos, está poco, o nada controlado.

Aquí no ruedan cabezas, ni pasa nada, sencillamente, dimito y me voy y encima el Jefe del Ejecutivo, me hace un homenaje de despedida. ¿Despedida..., pero que es esto?, Cantabria o Zambombia. 

Nadie vigilaba al modesto funcionario; nadie controlaba sus andanzas. Enorme parecido con Andalucía y el Sr. Griñan, que tampoco se enteró. ¡Cuánto cuesta creer en la limpieza de nuestros políticos!. Estafar a los cántabros millones de euros desde tantísimo tiempo y nada. No es tiempo de homenajes señores, hagan caso a sus aliados. Es una autentica oda a la corrupción y aquí no valen baños de limpieza.

Al Sr. Consejero no se le niega su honestidad, se critica su nula falta de celo, igual que al Presidente por no haber detectado el robo. Este es el final del  “viejo de la moto”, que al retrasar tantísimo su jubilación, le pilló el toro con  la mayor corrupción de Cantabria. ¿Hablaremos en las urnas!