Como el pasado año a estas alturas estábamos todos metidos en casa, no se pudo celebrar el Campeonato de Cantabria de larga distancia. Este año sí. Y la cita es mañana mismo en el mismo escenario donde se han disputado las anteriores ediciones de esta prueba de reciente creación. El lugar es Santoña, en un campo de regatas repleto de atractivos tanto deportivos como paisajísticos y que, por ahora, sólo tiene un campeón, ya que Astillero impuso su dominio tanto en el 2018 como en el 2019. Mañana saldrá a defender su estatus a pesar de que sabe que es un equipo bien diferente al que era entonces.

Será el primer título cántabro del año, lo que siempre supone un aliciente extra. La primera trainera está previsto que parta a las cinco de la tarde para completar un recorrido de siete mil metros. En concreto, la salida estará situada a la altura del Faro del Pescador. Desde allí, cada una de las embarcaciones participantes pondrán rumbo al interior de Santoña, donde se encontrarán con una ciaboga a la altura de La Machina. Desde allí deberán volver hasta cruzar la meta a la altura de la zona comúnmente llamada Los Pinos. Estaba previsto que las mujeres remaran 5.500 metros (sin hacer la ciaboga) pero no ha formalizado la inscripción ninguna trainera femenina. En el último descenso celebrado en Camargo hubo tres pero mañana por la tarde se las echará de menos. Tanto Pedreña como Astillero habían decidido no acudir y Castreña, la única que se está preparando para competir en la liga ETE el próximo verano, decidió no acudir tampoco al no tener rivales con las que batirse y probarse. Para que el campeonato fuera válido hacían falta al menos tres contendientes y no era el caso.

Por lo tanto, habrá sólo traineras masculinas y el orden de salida de las mismas será en función de la clasificación del Campeonato de Cantabria del pasado año, el cual ganó Pedreña. En principio, la trainera negra partirá como rival a batir y será la última también en ponerse en acción. Antes lo harán, por este orden, Pontejos, IRC Santoña, Castreña, Astillero y Camargo. El recorrido deja espacio para todo porque la primera parte será en la mar y, poco a poco, irán penetrando en las interioridades de la ría con sus particulares caprichos en forma de corriente. Será importante conocerlo bien.

Al estar en plena pandemia, el club organizador, que será el Club de Remo Santoña, que cumple cincuenta años de vida durante este 2021 que quiere comenzar a festejar con este campeonato, ha elaborado un detallado y minucioso protocolo de seguridad. No ha pasado nada por alto porque, por otro lado, también quiere utilizar la regata para dejar bien claro a la ARC que es capaz de organizar una prueba con todas las medidas de seguridad, algo de lo que se vio privado el pasado año al apostar la asociación por disputar las ligas en cuatro únicas sedes.

Catorce páginas. El protocolo elaborado por la entidad presidida por Sergio Rozadilla cuenta con catorce páginas donde se explican las diferentes zonas habilitadas y la rutina de limpieza y desinfección que se seguirá. Como sucedió el pasado año en las ligas, cada equipo tendrá asignado un punto donde situarse, prepararse e iniciar el calentamiento. Siempre que estén en tierra, todos los integrantes de la tripulación deberán llevar la mascarilla correspondiente, la cual sólo se podrán quitar una vez estén en el agua. Las zodiac que viajen con ellos, no podrán dar este último paso.

«No estará permitido el acceso de público a las instalaciones que se dispongan en la regata, quedando éste relegado al resto de zonas abiertas de dominio público en las que deberán de cumplir con los requerimientos legales que les sean de aplicación en su momento», detalla el protocolo santoñés. De este modo, los aficionados podrán ponerse en cualquier punto del recorrido a excepción de las zonas reservadas para los equipos, para los embarques y jueces y delegados.

La reunión de delegados, que es siempre un momento donde han de juntarse integrantes de diferentes clubes, se llevará a cabo en «una zona habilitada amplia en la que se permita una distancia interpersonal superior a dos metros». Además, se intentará «agilizar la reunión con el único objetivo de no permanecer en zonas cerradas más tiempo del estrictamente necesario». A dichos delegados no se les proporcionará copias con listados de salidas ni demás información «para reducir interacciones personales», por lo que todos los documentos requeridos serán publicados en la web de la Federación Cántabra y se transmitirá a los responsables de los clubes «por medios informáticos».

A su vez, se intentará que no haya «cualquier aglomeración de participantes en la zona de remolques y embarcaciones». Para ello, se llevarán a cabo «visitas de inspección periódicas para garantizar el cumplimiento de las regulaciones de distancia mínima» por parte del club organizador. Además, el protocolo detalla que nunca podrá haber más de quince deportistas en la zona de embarque y desembarque. De este modo, se permitirá la presencia de más de una trainera siempre que se respete dicha limitación.

En cuanto al pesaje de los timoneles, el personal encargado del mismo estará «separado con mamparas protectoras de las básculas o bien a más de metro y medio de los deportistas». Además, habrá vestuarios y duchas, algo que, por ejemplo, se evitó en las ligas del pasado verano. Advierten los organizadores de que su uso «estará regulado por un protocolo que limitará el acceso» y que detallarán en una reunión telemática que se ha convocado entre los participantes. En este sentido, para que no haya que estar improvisando, cada club designará una persona que se responsabilizará de asegurar que se cumplen todos los requisitos preventivos detallados en el protocolo.

Habrá entrega de medallas. Con todo, se insiste en mantener en todo momento el distanciamiento social y se recomienda «evitar muestras de afecto y cariño que impliquen contacto físico con terceros ajenos al ámbito de convivencia habitual». Todo ha de ser más frío porque así lo exige la situación. Ni siquiera se podrá sentir del todo cerca la presencia de aficionados. Es lo que toca pero, al menos, y al contrario que el pasado año, se podrá celebrar el campeonato. En principio, todos saldrán con ánimo de victoria y, de este modo, la tarde también servirá para evaluar dónde está cada uno.

Doble jornada de la liga de bateles

Se viene un intenso fin de semana de remo porque en Cantabria no sólo se va a disputar el Campeonato Autonómico de larga distancia, sino que también se van a disputar dos jornadas de bateles. En principio, sólo estaba programado una regata para no acumular los eventos mañana sábado, pero como se tuvo que aplazar la primera de las dos jornadas previstas para el fin de semana pasado, se ha decidido disputar siete días después. Tocará madrugar porque la jornada comenzará en Punta Parayas, que es donde se disputarán todas las regatas del bote pequeño a excepción del Campeonato de Cantabria, previsto en el Embalse del Ebro, a las nueve de la mañana. Además, el aficionado al remo también estará pendiente de lo que suceda el domingo en el Descenso de Orio, que suele ser una prueba clave del calendario invernal y, sobre todo, la más multitudinaria. Sin embargo, esta vez no podrá haber participación cántabra por la limitación de movimientos entre comunidades. Habrá treinta embarcaciones, veinte masculinas y diez femeninas. Y, aunque en un principio sólo iba a estar abierto a guipuzcoanos, finalmente habrá vizcaínos como Ondarroa, Zierbena y Santurtzi e incluso ha anunciado su presencia la embarcación gallega de Ares.