03.05.2024 |
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MASTERS 1.000 DE PARÍS

Djokovic el inmortal jugará la final en París

Tras una semana de sorpresas y la eliminación de varias de las mejores raquetas del circuito, la final del Masters 1.000 de París enfrentará al inmortal Novak Djokovic y al renacido Grigor Dimitrov, un cartel que parece salido de hace unos años.

Novak Djokovic de Serbia celebra la victoria en su partido de semifinales contra Andrey Rublev de Rusia en el torneo de tenis Masters de París en París, Francia, 04 de noviembre 2023. (Tenis, Francia, Rusia) EFE/EPA/YOAN VALAT
Novak Djokovic de Serbia celebra la victoria en su partido de semifinales contra Andrey Rublev de Rusia en el torneo de tenis Masters de París en París, Francia, 04 de noviembre 2023. (Tenis, Francia, Rusia) EFE/EPA/YOAN VALAT
Djokovic el inmortal jugará la final en París

El número 1 del mundo, que regresó tras casi dos meses de parón, volvió a demostrar ante el ruso Andrey Rublev que no necesita de su mejor nivel para estar un escalón por encima del resto, sobre todo a estas alturas de la competición, cuando los organismos están más dañados por la larga temporada que él ha dosificado a sus 36 años.

Dimitrov, por su parte, puso de manifiesto contra el griego Stefanos Tsitsipas que vive a sus 32 años una segunda juventud, que le acerca al prometedor tenista que con 26 apuntaba a dominar el circuito, antes de que la fama y la presión detuvieran su progresión.

Para el búlgaro, actual 17 del ránking tras haber alcanzado las semifinales en Shangai y en Chengdu y los cuartos en Pekín durante una exitosa gira asiática, será una montaña frente a un rival que, por ahora, parece inalcanzable y vuela hacia una nueva temporada más como número 1.

Solo en una ocasión Dimitrov superó a Djokovic en doce duelos, y fue hace diez años, en la tierra batida de París. Este mismo año, el serbio le fulminó en tres sets en el Abierto de Australia, aunque en Roma tuvo que pelear más y perdió un parcial.

Difícil tarea para Dimitrov

El búlgaro tendrá todavía que sublimar el nivel que ha mostrado esta semana, en la que ha descabezado a dos top-10, el ruso Daniil Medvedev, 3 del mundo, y ahora un Tsitsipas que había reencontrado su forma estas últimas semanas.

No parece que vaya a ser suficiente para derrotar al serbio, que encadena 17 victorias y que desde el pasado Roland Garros solo ha perdido un partido, la final de Wimbledon frente al español Carlos Alcaraz. Entre tanto, ha ganado los otros 30 duelos.

Sobre todo en pista dura, donde suma 32 victorias y donde solo Medvedev le ha vencido y eso fue en marzo pasado.

Djokovic buscará su título 40 en Masters 1.000, el segundo del año tras Cincinatti, el séptimo bajo el techo de París, el último antes de afrontar pleno de confianza el Masters de Turín, que reúne a las ocho mejores raquetas del año, dentro de una semana.

Contra Rublev volvió a dejar patente que tiene herramientas para ganar sin estar a su máximo, en su primer torneo tras un parón de casi dos meses. Sin un gran juego remontó en un duelo que alcanzó las 3 horas, 5-7, 7-6(3) y 7-5.

Dominado durante algo más de un set, Djokovic sobrevivió a un rival que jugaba sus segundas semifinales de Masters 1.000 consecutivas, tras las de Shangai, y que solo había perdido un set en París.

Una historia conocida con jugadores de su estirpe, contra los que no sirve dominar, hay que rematarlos para evitar que vuelvan. Y siempre vuelven.

El serbio lo hizo con paciencia y oficio, igual que en cuartos ante el danés Holger Rune, al que vengó de la derrota en la final de París del año pasado, con la misma solidez que le ha permitido construir el mayor palmarés de la historia.

Capítulo a parte merece su tormentosa relación con el público de la ruidosa pista de París, que el serbio no duda en provocar para aumentar su motivación.

Habrá que ver cómo le reciben en la final contra un Dimitrov que, por la plasticidad de su tenis, se ha ganado los favores de la grada y que, sin duda, recibirá su aliento.

El búlgaro disputará la segunda final de un Masters 1.000 de su carrera, tras la que ganó en Cincinatti en 2017, contra el mismo rival que en 2019 le venció en su anterior semifinal en París.

El nivel mostrado para derrotar a Tsitsipas, 6-3, 6-7(1), 7-6(3), no parece suficiente, pero Dimitrov ha recuperado la magia y todo es posible en el tenis. EFE

lmpg/jl

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