En una operación denominada “DANSU”, la Guardia Civil de Cantabria ha puesto fin a una red ilegal de intervenciones estéticas que operaba desde dos pisos en Maliaño. El saldo de la operación incluye cuatro detenidos y 13 víctimas, seis de las cuales sufren graves lesiones y deformaciones.

La operación arrancó en agosto del año pasado, tras pistas que apuntaban a la realización de mesoterapia y maderoterapia sin las debidas autorizaciones. Los tratamientos eran ofrecidos por dos mujeres colombianas, de 35 y 44 años, a través de internet, careciendo de cualquier titulación médica o farmacéutica requerida. Posteriormente, se sumaron a la lista de detenidos dos varones, también de nacionalidad colombiana, en calidad de cooperadores necesarios.

Material peligroso y procedimientos riesgosos caracterizaron esta operativa ilegal. Se incautó lipoflack, toxina botulínica coreana, lidocaína extranjera, ácido hialurónico, y una centrifugadora médica obsoleta usada para generar plasma rico en plaquetas, lo cual representaba un elevado riesgo para la salud. Esta máquina, dada su antigüedad, facilitaba la proliferación de bacterias, aumentando aún más el peligro de las prácticas.

Las víctimas, que buscaban tratamientos para reducir grasa y volumen abdominal, fueron expuestas a sustancias no autorizadas en España, sufriendo consecuencias severas, incluyendo infecciones bacterianas persistentes y la necesidad de cirugía plástica correctiva.

Revelaciones financieras indican que, en solo siete meses, los detenidos remitieron a Colombia más de 14.000 euros, aparte de los 4.000 euros y pesos venezolanos encontrados en los registros. Se investiga la cantidad total de beneficios obtenidos a través de estas actividades clandestinas.

Este caso, dirigido por el Juzgado de Instrucción número 5 de Santander, destaca la importancia de la regulación y el control en el ámbito de las intervenciones estéticas, así como los riesgos asociados a prácticas ilegales y no reguladas.