27.04.2024 |
El tiempo

Punto G femenino: Donde está y cómo estimularlo

punto g
Punto G femenino: Donde está y cómo estimularlo

 

El punto G ha sido el tema más rodeado de misterio en relación al cuerpo de la mujer. Muchísimas veces se ha mencionado esto a lo largo de los años pero, no obstante, la mayoría de personas no sabe dónde está o qué es exactamente… o si ni siquiera existe realmente.

El desconocimiento que existe al respecto es lo que ha provocado que la mayoría de mujeres (ya sea en la intimidad o con su pareja) no se hayan planteado explorar su cuerpo para comprobar si realmente existe este Punto G del que hablamos y es tan bueno como tantas personas defienden.

Por eso mismo en este artículo explicaremos qué es, dónde está y cómo estimularlo para conseguir nuevas sensaciones. Además, si quieres empezar a probar tú sola cómo funciona este Punto G del que tanto has oído hablar, te ofrecemos algunos trucos para estimularlo con tus dedos o con consoladores de diversas tiendas online como Sexplace.

¿Qué es el Punto G?

Hay evidencias del punto G desde 1944, que es cuando el doctor Gräfenberg (de quien proviene su nombre) habló de su existencia y lo definió como una parte erógena del cuerpo de la mujer. De igual forma, siguieron con su trabajo estudiosos como Alice Kahn Ladas, Beverly Whipple y John Perry que publicaron en 1982 un libro en el que hablaban sobre el punto G y diversos descubrimientos recientes en la época en torno al cuerpo humano. 

Conociendo un poco la historia y de dónde proviene el término “punto G”, ahora debemos conocer qué es realmente esto. Si preguntamos por la calle, muchas personas definirían el Punto G como un botón oculto dentro de la vagina de la mujer que, al pulsarlo, se consigue un orgasmo más intenso de lo normal.

Asimismo, cabe destacar que muchos científicos del momento intentaron desmentir este descubrimiento ya que no contaba con suficiente evidencias y, al buscar el Punto G en mujeres durante una autopsia para poder conocer mejor sobre el aparato reproductor femenino, no se encontraba dicho “punto”.

Sin embargo, realmente no se pudo encontrar este Punto G debido a que el concepto que tenemos de cómo es el Punto G no es el más acertado, como ya se ha dicho. Además, el cuerpo de las mujeres no son exactamente iguales entre sí, por lo que alimenta la idea de que es demasiado difícil encontrar el Punto G.

Realmente, cuando nos referimos al Punto G no nos estamos refiriendo a una especie de “botón”, sino que, en realidad, es una zona concreta de la vagina que, al ser más sensible que el resto de la misma, se consigue una sensación de orgasmo mucho mayor.

Entonces, ¿dónde está el Punto G?

La pregunta definitiva que resuena en todas partes y nunca pierde fuerza: “¿Dónde está el Punto G?”. Pues bien, el Punto G se encuentra a pocos centímetros (ya que cada cuerpo femenino es diferente y no todos se van a encontrar exactamente al mismo punto) en la pared frontal vagina, que se refiere a la pared que está pegada al ombligo.

Asimismo, varios estudios realizados en los últimos años señalan que el Punto G realmente es una extensión del clítoris, así que realmente esto es lo que estamos estimulando. Es decir, el Punto G es el final interno del clítoris, que se divide en dos nervios los cuales provocan la excitación sexual que estamos buscando.

¿Cómo estimular el Punto G?

Antes que nada, cabe recordar que la mayoría de profesionales en el ámbito señalan que, antes de intentar encontrar el Punto G durante el sexo con tu pareja, es mejor buscarlo tú sola, experimentando con tu cuerpo y descubriendo las sensaciones que te puede provocar estimular esta zona erógena.

Por lo tanto, si te animas a buscar tu Punto G, antes de nada tienes que relajarte. Aunque no hay ningún problema en que uses un juguete sexual, es recomendable utilizar primero los dedos anular y corazón para sentir el tacto del Punto G pues la piel de la vagina en esta zona está un poco más rugosa que en el resto, así que es una buena forma de guiarte para buscarlo en tu cuerpo.

Cuando creas que lo tienes localizado, el mejor movimiento que puedes realizar con los dedos es como el que haces cuando quieres indicarle a alguien que se acerque. De esta forma, tú decides la velocidad a medida que te dejes llevar por las sensaciones que surgen al estimular esta zona de tu vagina.

Como puedes comprobar, realmente no necesitas que el miembro masculino o el juguete sexual tengan que ser ni demasiado gruesos ni largos como se ha dicho muchas veces, sino que únicamente hay que saber cómo estimularlo.

Igualmente, el Punto G es tu zona si quieres experimentar un squirting (eyaculación femenina) pues debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas que se encuentran en esta zona se puede llegar a sentir una excitación sexual por toda tu zona genital, incluyendo el clítoris. Debido a esto, estimulando el Punto G es más probable que también puedas experimentar el squirting.

Algo importante que debes saber respecto al Punto G, es que muchos estudios indican que solo el 60% de las mujeres tienen esta zona erógena. Por otro lado, también cabe añadir que. aunque lo tengas, eso no tiene que significar que sea tu zona erógena favorita, ya que cada persona es única en este sentido y depende de ti y tus gustos cómo llegar al orgasmo.

Trucos para estimular el Punto G

En este apartado te ofrecemos varios trucos y consejos para buscar y estimular tu Punto G para que puedas guiarte a través del proceso y lo hagas tranquila y segura.

El primer truco que podemos darte es la mejor postura en la que ponerse a la hora de estimular mediante la masturbación tu Punto G y es estar tumbada mirando hacia arriba y con una almohada o un cojín colocado bajo la parte baja de tu cadera, para así elevarla.

Otro consejo es que, cuando te dispongas a estimular el Punto G no te centres tanto en la penetración en sí (es decir, el salir y entrar de la vagina). Será mejor enfocarte en repetir el movimiento que te hemos explicado anteriormente para así conseguir alcanzar el orgasmo.

También se recomienda que, para llegar de forma exitosa al orgasmo, también puedes masturbarte como lo harías normalmente y, justo cuando sientas que vas a llegar al orgasmo, adentrar los dedos anular y corazón en tu vagina y comenzar a hacer el mismo movimiento.

Continuando con otro consejo más, te avisamos de que no te preocupes si sientes como si tuvieras ganas de orinar al estimular esta zona, pues eso es algo completamente normal.

Si lo que quieres es usar juguetes sexuales para indagar en tu sexualidad, te recomendamos que uses juguetes que tengan aunque sea una mínima curvatura, para que así sea más fácil llegar al Punto G y rozarlo durante la penetración.

Para finalizar este punto, el consejo más importante que debemos darte es que no te obsesiones con encontrar el Punto G, y tampoco con estimularlo constantemente si lo has encontrado, pues entonces lo único que pasará es que no conseguirás el efecto deseado. Por lo contrario, tienes que intentar relajarte y disfrutar de las increíbles sensaciones que provoca, en general, la estimulación genital.

Mejores posiciones para estimular el Punto G con tu pareja

Cuando hayas investigado tu cuerpo y hayas comprobado las posibilidades que tiene estimular el Punto G, el siguiente paso, si así lo quieres, es intentar estimularlo con tu pareja. En este sentido, dentro de la gran variedad de posiciones sexuales que hay, las que te permiten mantener el control de la situación son las más recomendadas, ya que te dan la posibilidad de moverse según las sensaciones que vayas sintiendo.

Igualmente, también son bastante recomendadas las posiciones en las que tu pareja se encuentre detrás de ti, pues al estar en esa posición es mucho más fácil que el miembro masculino roce contra la parte frontal de la vagina, es decir, donde se encuentra el Punto G. Además, si en posiciones como ésta pegas tu espalda al pecho de tu pareja conseguirás el resultado que buscas.

De todas formas, aquí te dejamos varias posiciones que te ayudarán a estimular el Punto G con tu pareja mucho más fácil y con las que podrás experimentar hasta llegar al clímax.

La vaquera

La vaquera es una de las posturas que muchas veces se utiliza y no se conoce realmente todo su potencial. Para realizar esta posición, tu pareja debe tumbarse mirando hacia arriba, luego siéntate sobre él e introduce su miembro en tu vagina.

Como ya se ha dicho, es una de las posturas más utilizadas, pero, no obstante, realmente el truco está en qué dirección debes moverte. Así, en lugar de hacer movimientos de arriba hacia abajo, prueba a hacer movimientos de delante hacia atrás, ya que así conseguirás que parte del pene roce con tu Punto G. 

La catapulta

En esta posición serás tú la que deberá tumbarse mirando hacia arriba y el hombre lo que hará en esta situación es levantar tus piernas sobre su cabeza para formar una L con tu cuerpo, aunque también puedes apoyar las piernas en sus hombros. Así, la entrada del miembro masculino será mucho más fácil y rozará al entrar y salir con el Punto G de tu vagina.

El perrito

Esta es otra de aquellas posturas más practicadas alrededor del mundo y aunque tal vez no haría falta explicarla, lo haremos igualmente. En esta posición, deberás colocarte a cuatro patas y de esta forma tu pareja te penetrará desde atrás. Lo bueno de esta postura es que puedes mover tus caderas para así encontrar la postura que estimule la zona erógena que deseas.

La montaña

La situamos junto a la postura del perrito porque realmente son muy parecidas y así comprenderás más fácil como tienes que colocarte. En este sentido, la posición inicial es como la del perrito, pero con la variante de que tu pareja debe recostar su pecho sobre tu espalda y sujetarte por las caderas para que la angulación del miembro masculino esté más inclinada hacia la pared frontal de tu vagina.

Postura de la amazona

La postura de la amazona también es una de las más cómodas para comenzar a estimular el Punto G junto a tu pareja. En este caso, lo único que tenéis que hacer tu pareja y tú es que él se siente y tú sentarte sobre él mirándole de frente. Al penetrarte de esta forma, el pene erecto rozará directamente tu Punto G así que será más fácil llegar al orgasmo.

Antes que nada, conoce tu cuerpo

Para cerrar este artículo queremos recordar, una vez más, que no debes sentirte presionada y se debe tener en cuenta que tanto el sexo como la sexualidad son campos de los que se aprende en la intimidad, conociendo nuestro cuerpo y qué es lo que le gusta.

Por eso mismo, no queremos que te frustres si no encuentras tu Punto G porque, si te paras a pensarlo, tal vez sí lo hayas encontrado, pero tenías las expectativas tan altas que no ha sido tanto como creías. Lo más importante cuando se habla de sexo es que tengas en mente que la relación de cada persona con el sexo es personal e íntima por lo que no debes agobiarte si conoces a mujeres que te han contado experiencias increíbles en torno al Punto G. 

Una de las cosas buenas del sexo es que cada uno puede experimentarlo como desee, ya que no hay reglas escritas sobre cómo practicarlo o cómo es la forma correcta de llegar al orgasmo. Es más, mientras consigas alcanzar el clímax, ¿qué más da?

Por este motivo, no debes sentir vergüenza a la hora de investigar tu cuerpo, al igual que tampoco deberías sentir preocupación si hay algo que es común que le guste a todo el mundo, pero a ti no te gusta. Lo principal es conocer tú misma tus preferencias sexuales para así poder compartir con tu pareja (o disfrutar tú sola) el sexo de forma segura, tranquila y divertida.

Punto G femenino: Donde está y cómo estimularlo
Comentarios