En un simple vistazo a la web casasapuestasdeportivas.es nos damos cuenta de la gran cantidad de casas de apuestas que existen. Muchas se especializan en el ámbito deportivo. Vale decirse que esto no es nada novedoso, pues desde la antigüedad, el ser humano ha sentido una particular atracción por el mundo del azar. Por ejemplo, en la antigua Roma había negocios de apostadores donde la gente jugaba su dinero en los resultados de las carreras de cuadrigas, con las batallas mortales entre gladiadores.

Algo que llama la atención es que estas casas de apuestas aún hayan tenido tanto éxito en el mundo digital. Digamos que han incrementado al máximo su funcionalidad. Es decir, han dejado un tanto de lado otra cuestión: la creación de un espacio para compartir. Previamente, una casa de apuestas era un lugar donde llegar y reunirse con otras personas. En las paredes del sitio siempre había información sobre aquello que se quería apostar: loterías, deportes, etcétera. El asistir a estos lugares implica un ritual, donde se podía hablar de las apuestas que se realizaban y tal vez debatir sobre los futuros juegos. Ahora, esto ha sido cambiado por la inmediatez del mundo online.

Ciertamente, es mucho más cómodo hacer una apuesta desde el hogar, simplemente es solo tomar el móvil o el ordenador y darle clic a la apuesta que se quiera hacer. Por otra parte, esta mudanza a la palestra virtual tampoco es algo novedoso. Previamente, acontecía algo análogo con los bancos. Antes era impensable que una transacción bancaria se llevase a cabo sin ir a la sede del banco. Incluso, asistir al espacio bancario era todo un ritual: había que vestirse elegantemente, las personas eran recibidas por empleados con atuendos finos, el propio banco era un sitio cómodo y distintivo. Y esto era por una simple razón, la institución tenía que dar la seguridad al cliente de que está movilizando el dinero en una institución confiable.

Sin embargo, las cosas cambiaron un tanto al pasar los años. Los bancos se masificaron. Ir a estos lugares implicaba a esperar el turno correspondiente. Se perdían minutos, incluso horas, haciendo estas diligencias. Por eso, la llegada de Internet hizo que las transacciones bancarias fueran una bendición, ya que hicieron que las transacciones fuesen con mucha más rapidez que de manera presencial. Digamos que algo similar acontece con las casas de apuestas. Para las personas, se hace mucho más fácil hacer un clic, elegir una puesta, y todo esto desde la comodidad del hogar.

Hace poco se divulgó la noticia de la creación de arrecifes artificiales. La misión de estas estructuras es de conservar espacios ecológicos, en específico, los fondos marinos. Igualmente, se han creado órganos artificiales para el cuerpo humano, una solución para la falta de donantes. También, la educación se ha mudado del mundo presencial al mundo virtual. No hay duda que en el mundo actual hay una mezcla entre la artificialidad y la virtualidad, la cual está presente en las actuales casas de apuestas.

De alguna manera, nuevas áreas asienten el cambio. Ciertamente afectan la comodidad, pero esa comodidad tiene un precio: se extravió el ritual, la camaradería, ese espacio donde los apostadores intercambiaban opiniones y afectos. Por eso, las más recientes casas de apuestas están apuntando a las redes sociales. Igualmente, permiten espacios para el intercambio vía chat. Asimismo, sus portales ofrecen información. Son páginas web que evitan convertirse en un simple sitio donde se llevan a cabo pagos, transacciones, apuestas, etcétera; sino en algo más cálido para el usuario, que se parezca a ese ritual que hace falta entre los apostadores.

Se añade un nuevo factor: la velocidad de la tecnología web. Se dice, que la extensión de la velocidad 5G cambiaría los juegos digitales, lo que hace que ahora los videojuegos sean susceptibles de ser vistos en tiempo real. Ocurre que, bajo este nuevo escenario, hay comunidades de gamers que se anotan a las apuestas. La adrenalina no solo la sienten al jugar ni al ver los juegos, sino al poner dinero en juego pronosticando el resultado de contiendas virtuales.

La nueva virtualidad es distinta a la impersonalidad que se abanderaba al inicio del universo web. Esta virtualidad apuesta por las interacciones. Las redes sociales han demostrado que la palabra “Internet” no necesariamente es sinónimo de aislamiento. En dado caso, lo que aparece es una nueva manera de interactuar con rapidez.

Así sucede con las actuales casas de apuestas, donde hay personas que intercambian opiniones. También, son famosos los pronosticadores: en eventos deportivos, en carreras hípicas, en loterías, etc. Se trata de personalidades que cumplen un rol esencial en este universo. Asimismo, es importante la atención al cliente. Las casas de apuestas virtuales no deben ser tan distantes al cliente: su misión es hacerlo sentir seguro, que hay personas reales dándole la atención buscada.

¿Qué se espera en el futuro? Es posible que el cerco de la impersonalidad se vaya rompiendo y que cada vez más se acerque a las casas de apuestas presenciales. Por ejemplo, una posible opción es que haya videoconferencias en las casas de apuestas. También, que los eventos deportivos se transmitan en grupos. Otra opción es que se multipliquen estos lugares en todo el internet. Por ende, podemos acotar algo: las casas de apuestas van a perdurar en el escenario digital durante muchísimo tiempo, porque saben cómo evolucionar y darles a los clientes exactamente lo que quieren.

Vivimos una época donde muchas cosas pasan vía web, podemos decir que la mayor parte de nuestras vidas la pasamos conectados: actualmente la gente ve clases por internet, hay consultas médicas por la web y hasta hacen citas (y se enamoran) por la red digital, todo esto sucede a través de una simple pantalla. Por ende, no es de extrañar que se abran nuevas posibilidades y actividades gracias a la informática, esto nos lleva a hacernos preguntas sobre el futuro: ¿Hasta dónde llegará la virtualidad? ¿Puede haber una forma de que la era digital reemplace totalmente la era presencial? Estamos ansiosos de saberlo.