En un gesto contundente, Irán ha reafirmado su respaldo total a la organización terrorista Hamás tras su reciente ataque a Israel, que dejó un saldo trágico de 1,200 víctimas, en su mayoría civiles, y más de 240 personas tomadas como rehenes. Este atentado ha sido el desencadenante de la actual escalada bélica en la Franja de Gaza, cobrándose la vida de más de 20,000 palestinos, mayormente mujeres y niños.

El respaldo iraní a la organización islamista se materializa a través de sus milicias distribuidas en Oriente Próximo, las cuales han perpetuado ataques constantes contra Israel desde el pasado 7 de octubre. Desde Hezbolá en el Líbano hasta los hutíes en Yemen, pasando por pequeños grupos armados en Siria e Irak, la influencia de Irán se extiende.

La República Islámica ha intensificado su postura, amenazando directamente con intervenir y cerrar el paso por el mar Mediterráneo. Un alto comandante de la Guardia Revolucionaria iraní advirtió que esta vía marítima podría cerrarse si Estados Unidos y sus aliados persisten en lo que Irán denuncia como "crímenes" en Gaza. Aunque la amenaza se ha formulado sin detalles concretos sobre la ejecución de tal medida, la retórica beligerante eleva la tensión en la región.

El comandante coordinador de los Guardias, el general de brigada Mohammad Reza Naqdi, expresó que el cierre del mar Mediterráneo, el estrecho de Gibraltar y otras vías fluviales podría convertirse en una realidad ante la continuación de los "crímenes israelíes en Gaza". Esta declaración se suma a la acusación de Irán contra Estados Unidos por respaldar dichos crímenes.

En respuesta a la ofensiva israelí en Gaza, los hutíes de Yemen han atacado buques mercantes en el mar Rojo en el último mes, provocando que algunas compañías navieras modifiquen sus rutas. La Casa Blanca ha señalado la profunda implicación de Irán en la planificación de operaciones contra buques comerciales en esta región.

A pesar de que Irán no tiene acceso directo al Mediterráneo, la Guardia Revolucionaria iraní, según Naqdi, está considerando nuevas estrategias para bloquear esta vía vital. Naqdi enfatiza el surgimiento de "nuevos poderes de resistencia y el cierre de otras vías fluviales", sugiriendo un cambio en el equilibrio de poder en la región.

Los únicos grupos respaldados por Irán en el Mediterráneo son el grupo libanés Hezbolá y milicias aliadas en Siria, ubicados en la parte más alejada del mar Mediterráneo. La situación en la región continúa evolucionando, y la amenaza de un cierre del mar Mediterráneo plantea un escenario geopolítico de gran complejidad e incertidumbre.