06.05.2024 |
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FIESTA DE LA VIRGEN DE LA SALUD

Una año más los romeros celebran la Virgen de la Salud en los puertos de Áliva

Los romeros durante la celebración en la ermita. / A.E.
Los romeros durante la celebración en la ermita. / A.E.
Una año más los romeros celebran la Virgen de la Salud en los puertos de Áliva

El amanecer de ayer, día en que se celebraba la romería de la Virgen de la Salud en los puertos de Áliva, no invitaban al optimismo en lo que a la climatología se refiere. Una intensa niebla cubría todos los picos así como los valles de la comarca de Liébana. Sin embargo y según iba entrando la mañana, la claridad hacía acto de presencia hasta la desaparición de forma total de la misma y quedar una jornada única para el evento. Eso hizo que desde las diez de la mañana, romeros de todo el valle así como de localidades limítrofes como Sotres, utilizando todo tipo de medios, entre los que hay que destacar  los todoterreno, pero sin olvidar las bicicletas de montaña, los quads o los caballos, además de los muchos que se atrevieron a hacerlo a pie,  se fuesen acercando hasta la ermita de la Virgen.

Los puertos de Áliva volvieron a ser punto de encuentro para celebrar la festividad de la Virgen de la Salud

Los actos en sí dieron comienzo a las doce del mediodía con la celebración de la Santa Misa. Tras la celebración religiosa, la Virgen fue paseada en procesión por las campas anexas a la ermita llevada en andas por los romeros del valle y  personalidades  del mundo de la política regional, comarcal y local.

Finalizada la procesión, actuaron en una de las campas el Grupo de  Danzas de Camaleño. Acto seguido, todos a refrescarse  y a reponer fuerzas cada uno en su terreno acotado para la ocasión, aunque la comida es compartida por todos de tal manera que aunque asistan muchos romeros sin ella, sin comer nunca se quedan.

Finalizadas las actividades deportivas y la correspondiente entrega de premios, los romeros que desearon asistieron al rosario en la ermita y los que no regresaron a sus domicilios o se quedaban a medio camino en la localidad de Espinama donde en la tarde-noche se celebró una gran  parrillada amenizada por la orquesta correspondiente hasta altas horas de la madrugada. Tras esta comida se corrió la ‘maratón’. Una jornada exitosa en todos los sentidos y a la que acompañó el tiempo que en otras muchas ocasiones no lo hizo. El contraste lo tuvieron los romeros cuando bajaron al valle y se encontraron con la lluvia.

Los puertos de Áliva volvieron a ser punto de encuentro para celebrar la festividad de la Virgen de la Salud

LA HISTORIA

La historia de esta celebrada fiesta, declarada de Interés Turístico Regional desde 1998, se remonta a finales del siglo XIX, cuando un joven de Pembes, Enrique de Posada, trajo consigo desde Sevilla una bella imagen de la Virgen de la Salud, muy venerada en esta ciudad, para que los vecinos del pueblo la colocaran en la inmemorial Ermita de Áliva, dedicada hasta entonces a San Pedro Advíncula, que, según recoge el testimonio del entonces párroco de Pembes, Olegario Fernández, «dispuso que a sus expensas se edificara en dicho sitio una ermita, y accediendo a la solicitud de algunos devotos, les mandó una imagen de Nuestra Señora con el título de la Virgen de la Salud; es de bulto y madera de cedro, con su niño en los brazos; dotándola, además, de todos los ornamentos sagrados correspondientes al culto divino, con el doble fin de que los pastores, que son muchos durante el verano en esta región, y otras personas que se hallaren en el puerto pudieran cumplir con sus deberes religiosos, oyendo misa en los días festivos, al mismo tiempo que sirviera de asilo o refugio a los transeuntes en los días aciagos y borrascosos, siendo no pocas las personas que deben su vida a esta solitaria ermita».

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