Vilhelm y Adam, dos jóvenes suecos residentes en Bruselas, se enfrentan a la crudeza del terror dejando flores en el lugar donde dos apasionados seguidores de su selección fueron brutalmente asesinados antes del esperado enfrentamiento Bélgica-Suecia. Mientras la capital belga lucha por comprender el horror, la ciudad se sume en la desolación.

El ramo de Vilhelm, compuesto exclusivamente por flores amarillas y azules, los colores de la bandera sueca, pretende rendir homenaje a las víctimas que fueron baleadas "por realizar algo tan ordinario como mostrar los colores de su país", según expresó a EFE.

En este día posterior al atentado, catalogado por las autoridades suecas como dirigido contra su nación, el escenario del crimen se ve invadido por periodistas transmitiendo en vivo para las cadenas televisivas y curiosos que llegan a observar las secuelas del tiroteo y capturar imágenes de la tragedia.

Al llegar, se topan con ramos de flores dispuestos debajo de una ventana destrozada por impactos de bala, en un edificio de oficinas ahora cerrado. Este lugar fue testigo de cómo el autor del ataque sorprendió a las víctimas cuando descendían de un taxi, según lo explicado por la Fiscalía federal belga.

El tiroteo continuó en el interior de la planta baja del edificio, donde otro ramo fue colocado sobre un montón de serrín que absorbe un charco de sangre en el suelo, aún sin limpiar.

Vilhelm y Adam especulan sobre el atentado, cuyo presunto autor, un tunecino, fue abatido por la policía esta mañana. Sospechan que podría ser una respuesta a las quemas de ejemplares del Corán ocurridas este verano en Suecia, incidentes que generaron quejas diplomáticas y manifestaciones en países donde el islam es la religión oficial.

Mientras la ciudad intenta asimilar el dolor, surge un oscuro giro: el Estado Islámico ha reivindicado la responsabilidad del atentado, sumiendo a Bruselas en un estado de conmoción y miedo.

"Es absurdo que los suecos estemos en el punto de mira", exclama Vilhelm, quien lleva casi un año trabajando en Bruselas. Lamenta que las quemas del Corán hayan propagado "una idea equivocada" de Suecia "entre el mundo musulmán". Por su parte, Adam, otro joven sueco en Bruselas por motivos académicos, afirma que este atentado no lo hará sentirse "personalmente amenazado", aunque admite que evitará destacar con los colores o la bandera de su país por las calles de la ciudad.

El primer ministro belga, Alexander de Croo, confirma que el presunto atacante "buscó activamente a los suecos que estaban en Bruselas" antes del partido contra Bélgica de clasificación para la Eurocopa de 2024. El atacante, que se declaró miembro del Estado Islámico en un vídeo en redes sociales, fue localizado esta mañana y abatido después de un enfrentamiento con la policía.

Durante la detención, la policía disparó contra el individuo, quien, a consecuencia de las heridas, falleció en el hospital. Los detalles sobre la neutralización del sospechoso incluyen un único disparo y la intervención de una ambulancia para intentar reanimarlo.

Los residentes de la calle donde ocurrió la acción policial han sido testigos de la compleja operación. Un vecino relata que no hubo un intercambio de tiros, sino un solo disparo. La zona ha sido asegurada por las autoridades, generando una escena donde las cámaras de televisión se mezclan con vecinos que graban y transmiten en vivo por redes sociales.

Comercios regentados por miembros de la comunidad árabe o musulmana abundan en la zona. En una panadería, una cliente se entera de la situación y lamenta los hechos, destacando que "el islam no da derecho a matar a nadie". En su barrio, Schaerbeek, donde la policía encontró al sospechoso, asegura que todos los vecinos se respetan mutuamente, independientemente de su confesión religiosa, y concluye diciendo: "La tierra es para todos. Todos tenemos corazón. Todos tenemos niños".

El Estado Islámico reivindica el atentado

En un escalofriante giro de los acontecimientos, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha reivindicado el brutal atentado que cobró la vida de dos seguidores de la selección de fútbol de Suecia y dejó a un tercero gravemente herido en el centro de Bruselas el pasado lunes. A través de su órgano de propaganda, Amaq, el EI emitió un comunicado declarando que "un combatiente del Estado Islámico llevó a cabo ayer, lunes, un ataque armado contra varios cristianos en Suecia, país que participa en la coalición internacional contra el Estado Islámico".

El comunicado detalla que el atacante, no identificado por nombre pero mostrado en una fotografía, "inició un tiroteo con su ametralladora contra los cristianos antes de asistir a un evento deportivo, matando a dos e hiriendo a otros dos, antes de ser abatido por las fuerzas belgas mientras intentaban arrestarlo".

Fuentes de seguridad citadas por Amaq revelan que el ataque se llevó a cabo como parte de las operaciones ordenadas por el Estado Islámico contra ciudadanos de países que forman parte de la coalición internacional antiterrorista, sin hacer referencia a la posible motivación relacionada con las quemas de ejemplares del Corán en Suecia en meses anteriores.

Bélgica, sumida en el horror, rebajó el nivel máximo de alerta en Bruselas a tres, en una escala de cuatro, para todo el país, después de abatir al presunto autor del atentado, identificado como Abdesalem L, de nacionalidad tunecina. El ataque, perpetrado con un arma de guerra tipo AR-15, tuvo como blanco a tres suecos que viajaron a Bruselas para presenciar el partido entre las selecciones de Suecia y Bélgica clasificatorio para la Eurocopa de 2024.