26.04.2024 |
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Renovación en cada pincelada

  • La Biblioteca Central de Cantabria acogió la presentación del libro ‘Pedro Sobrado, vida y obra’, escrito por el poeta y novelista Juan Francisco Quevedo y editado por Septentrión  
  • El acto contó con una gran respuesta por parte del público
Mucho público acudió a la presentación. / Marce quevedo
Mucho público acudió a la presentación. / Marce quevedo
Renovación en cada pincelada

Se presentó en la Biblioteca Central de Cantabria el libro ‘Pedro Sobrado, vida y obra’, editado por Septentrión Ediciones. Esta nueva obra forma parte de la Colección Bañares, siendo su segundo número, dedicada a artistas cántabros contemporáneos. El primer volumen estuvo consagrado a la figura del que fuera mítico director de la Sala Robayera, Juan Manuel Puente, pintor de larga y fructífera carrera y el siguiente número, el tercero de la colección, estará dedicado al artista santanderino José Cobo Calderón.

Con la sala llena, cumpliendo las restricciones obligadas por las circunstancias adversas que estamos viviendo, y con gran interés por parte del público asistente se presentó este nuevo libro que glosa la figura artística y humana de Pedro Sobrado, un pintor que está teniendo durante este año un gran reconocimiento. Acompañaron al artista, el editor Carlos Alcorta y el autor del estudio biográfico y crítico, el poeta y novelista de La Cavada, Juan Francisco Quevedo.

El acto dio comienzo con la bienvenida de Alberto Peña Fernández, responsable de Actividades Culturales de la Biblioteca Central de Cantabria. En su intervención resaltó la intensidad de los actos que durante este ejercicio se están desarrollando para homenajear al objeto de este libro y definió este año como «el año Sobrado» ya que a la presentación del catálogo que se realizó con motivo de la exposición antológica que se dedicó a su figura, ahora se añadía este nuevo libro que venía a darnos a conocer tanto la obra como la biografía del artista de Tanos. Asimismo, recordó el gran éxito de público de la exposición antológica que tuvo lugar en el espacio Los Arenales.

Esta exposición nació con un carácter itinerante que se hubo de posponer con motivo de la pandemia. Al fin, el pasado 15 de julio se inauguró la misma en Laredo, en la sede del antiguo ayuntamiento (Plaza de la Constitución), recientemente restaurado. Se podrá visitar hasta el próximo 30 de agosto en los siguientes horarios, de martes a sábado de 10.30 a 13.30 horas y de 17.00 a 21.00 horas.

Posteriormente la exposición antológica viajara a San Vicente de la Barquera, que se ubicará en un hermoso espacio, en el Castillo del Rey, para acabar el año en la tierra del artista, en Torrelavega, donde será la Casa de Cultura la que acogerá la citada antológica.

El editor Carlos Alcorta recordó la importancia de esta nueva colección y alabó la figura de Pedro Sobrado subrayando su tránsito por diversos estilos así como la prolífica e importante obra del artista. Durante la misma resaltó la disposición de la editorial a continuar con esta colección dedicada a artistas de nuestra comunidad y dio las gracias a Pedro Sobrado por haber aceptado el reto de ser biografiado en este número así como a Juan Francisco Quevedo por su labor en la elaboración del mismo, como autor de la biografía y del estudio crítico.

A continuación, Juan Francisco Quevedo disertó sobre la figura del pintor recordando palabras del propio artista, las que pronunciara en un lejano año ya 1977: «Es muy fácil hablar de Pedro, de Pedro Sobrado, tanto del pintor como del ser humano. Hace más de cuarenta años, en 1977, dejó escrito lo siguiente: El que ejerce una profesión que ama, no sabe lo que tiene. Y él ha tenido esa inmensa suerte, amar la pintura por encima de cualquier consideración. Y además para ello le ha sobrado talento e imaginación. En esas mismas fechas escribió que ‘el que carece de imaginación ha nacido pobre’; él afortunadamente es rico en ella».

Asimismo, Juan Francisco Quevedo añadió que «el libro reúne, además de una importante serie de fotografías de su obra, donde se hace un recorrido por las diferentes etapas pictóricas, un extenso currículum donde queda reflejada una amplia y variada actividad expositiva. Además diversos autores realizan un estudio crítico sobre la obra de Sobrado, dejando constancia de la importancia de un artista que ha sabido siempre adaptarse a los tiempos en los que ha vivido, sabiendo acompasar su paso a ellos para que no le ocurra, como a tantos, que éstos les han desbordado y sobrepasado».

Continuó su disertación destacando la imbricación del artista con el tiempo en que vive: «No en vano uno de sus lemas, que siempre lleva como estandarte personal, es ‘Vivir el momento’. Una traslación a la actualidad del ‘carpe diem’ horaciano, una inteligente forma de afrontar y caminar por la vida. Pedro Sobrado siempre ha sabido adaptarse al tiempo y al momento que le tocó vivir, siendo esta condición uno de sus mayores aciertos a la hora de navegar y plasmar en las telas los diferentes estilos que ha ejercido a lo largo de su carrera, siempre captando en todos ellos el sentir y la sensibilidad de su tiempo, de cada lapso de tiempo por el que ha transitado. Esto ha hecho de él un pintor que ha sabido renovarse día a día, un artista que, de hecho, continúa renovándose en cada nueva pincelada».

También destacó la empatía del artista para conectar con el espectador con tanta facilidad: «Pedro Sobrado lo ha logrado tras haber pasado por diferentes etapas creativas, que van desde el expresionismo a la abstracción, pasando por el impresionismo de sus primeras creaciones. Con el bagaje y las influencias de todas sus experiencias pictóricas ha conseguido plasmar un estilo propio y absolutamente personal y lo ha hecho a través de la depuración de la línea y de la supresión de lo accesorio, incluido el rostro de sus modelos. Nada tan complejo como esa búsqueda de la sencillez, nada tan complejo como saber captar en unos trazos la complejidad de lo que nos rodea. En eso, Pedro Sobrado es un auténtico maestro. Para los que entendemos el arte desde la emoción, Pedro Sobrado nunca defrauda; sus obras destilan verdad y provocan sensaciones que mueven al espectador hacia la serenidad, hacia ese espacio de sosiego al que sus pinceladas nos llevan. Con un trazo firme, sobrio y elegante, al que se llega con el talento del genio creativo, Pedro Sobrado logra transmitir al visitante más despistado y casual vitalidad y alegría por la vida. Su obra nos llena de felicidad y optimismo».

Posteriormente, Carlos Alcorta y Juan Francisco Quevedo mantuvieron un diálogo con el artista donde éste repasó su trayectoria, desde su primera etapa en Madrid, donde llegó con apenas veinte años lleno de ilusiones, hasta que dos años después se embarcó en la aventura parisina. De su etapa madrileña destacó como le impresionaron los cuadros de Goya, un pintor que «supo captar el momento en el que vivió, algo que yo siempre he intentado».

De esos dos años en Madrid no puede olvidar su estancia en Toledo y el descubrimiento del cuadro de El Greco, ‘El entierro del Conde Orgaz’, un cuadro del que le maravilla «la posición de las manos, desde las que expresan todo y que me sirvió de modelo e inspiración para reflejar a mis personajes con esa actitud, sin necesidad de mostrar el rostro. Muchas veces, la actitud lo es todo».

Prosiguió la charla disertando sobre sus diferentes etapas creativas y relatando anécdotas como sus vivencias durante el mayo del 68 en París. El estallido de la revuelta parisina le sorprendió cenando en la sede de un alto funcionario del Ministerio de Justicia con el que tenía amistad. Fue interrumpida por un gendarme que les anunciaba la llegada del ministro ante las grandes movilizaciones estudiantiles que se estaban produciendo.

En un diálogo ameno y distendido siguió repasando etapas de su vida, habló de su relación profesional y de amistad con Agustín Rodríguez Sahagún, responsable y propietario de una de las galerías de arte más importantes del país, con el que firmó un contrato de exclusividad. Posteriormente, relató aquella época de la movida madrileña, donde se convirtió en uno de los artistas que mejor reflejaron aquella etapa. Recordó su paso por ‘Rock-Ola’, un lugar frecuentado por todo aquel que era o pretendía ser alguien dentro de la nueva cultura que estaba surgiendo.

El acto concluyó con la firma de ejemplares por parte del artista, donde pudo disfrutar del cariño que le profesan muchos de sus admiradores. La convocatoria constituyó un gran éxito, máxime teniendo en cuenta la situación tan adversa que atravesamos.

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