La celebración anual conocida como la Fiesta de la Caballa en la villa de Comillas ha vuelto a congregar a una multitud ávida de disfrutar de este evento gastronómico emblemático, que tuvo lugar el pasado viernes en la zona del puerto local. Este año, se distribuyeron un total de setecientos kilogramos de caballa, ofreciendo a los asistentes una amplia variedad de preparaciones culinarias que resaltaron las habilidades y la creatividad de los pescadores y sus familias.

Desde tempranas horas de la mañana, el ambiente festivo se apoderó de las calles cercanas al puerto, con la llegada de los primeros asistentes ansiosos por degustar las delicias del mar. La organización impecable por parte de la Cofradía de Pescadores, liderada por Gonzalo Emaús, en colaboración con el Ayuntamiento, aseguró el éxito y la fluidez de la jornada.

Las diversas preparaciones de caballa ofrecidas fueron una verdadera exhibición de la versatilidad culinaria: desde piezas asadas a la parrilla hasta otras cocinadas a la plancha o fritas, pasando por huevas rebozadas y albóndigas a la marinera, sin olvidar la clásica caballa en escabeche. Cada bocado fue una invitación a saborear la frescura y la calidad de este pescado azul, capturado en las aguas cercanas de la costa cántabra.

Más de veinte pescadores y sus familiares se involucraron activamente en la preparación de los platos, compartiendo sus conocimientos transmitidos de generación en generación. La destreza en el manejo de las brasas, el control preciso de las cocciones y la presentación cuidada de cada plato reflejaron el amor y la dedicación que estas familias tienen por su oficio y su cultura.

La Fiesta de la Caballa ha logrado consolidarse como uno de los eventos más esperados del año en Comillas, atrayendo a visitantes tanto locales como foráneos, quienes no quisieron perderse la oportunidad de ser partícipes de esta experiencia única. La combinación de gastronomía, cultura y tradición convierte a este encuentro en un verdadero símbolo de la riqueza y diversidad de la vida costera en Cantabria.

El cierre de la jornada estuvo marcado por la actuación de Las Piteras de Reocín, un grupo musical local que deleitó a los presentes con melodías tradicionales cántabras, añadiendo un toque festivo y alegre a la celebración. Entre risas, conversaciones animadas y aplausos, los asistentes disfrutaron de la música en vivo mientras compartían impresiones sobre los sabores y las experiencias vividas durante el día.

Con 18 años de historia, la Fiesta de la Caballa ha logrado mantener viva una tradición que surgió como respuesta a la prohibición de la captura de erizos de mar, demostrando la capacidad de adaptación y resiliencia de la comunidad pesquera de Comillas ante los desafíos ambientales y regulatorios. A través de esta festividad, los pescadores han encontrado una forma de celebrar su labor, compartir su conocimiento y fortalecer los lazos con la sociedad.

En resumen, la Fiesta de la Caballa en Comillas se erige como un evento emblemático que destaca la importancia de la pesca artesanal, la cocina tradicional y la cultura local en la vida de la comunidad costera de Cantabria. La distribución de setecientos kilos de caballa y la participación activa de pescadores y autoridades locales son testimonio del arraigo y la relevancia de esta celebración anual que sigue cautivando a todos aquellos que la visitan.