El mundo del cine español se ha visto sacudido por una tormenta de controversia y conmoción. Carlos Vermut, el renombrado cineasta madrileño, famoso por su aclamada película "Magical Girl", se encuentra en el centro de un escándalo sin precedentes. Tres mujeres han salido a la luz con acusaciones impactantes de violencia sexual, poniendo bajo el microscopio no solo la carrera del director, sino también las sombras que acechan en los rincones del mundo del entretenimiento.

Las víctimas, cuyas identidades abarcan desde una estudiante de cine hasta una empleada de sus propias producciones, relatan una serie de eventos perturbadores que se extienden desde mayo de 2014 hasta febrero de 2022. Sus testimonios describen un patrón de abuso y manipulación, donde Vermut, utilizando su posición de poder y prestigio, habría forzado relaciones sexuales violentas y no consensuadas.

En un relato particularmente alarmante, una de las mujeres acusa a Vermut de haberla inmovilizado e intentado ahogar, mientras que otra habla de haber sido encerrada en su casa y sometida a una violencia inimaginable. Estas historias, cargadas de dolor y trauma, han encendido un debate feroz sobre la seguridad y el respeto en la industria del cine.

Por su parte, Carlos Vermut ha respondido a estas acusaciones negando cualquier acto de violencia sexual y expresando su desconcierto ante las denuncias. Afirma no comprender las razones detrás de estas acusaciones y sostiene su inocencia.

Este escándalo ha abierto un debate más amplio sobre el abuso de poder en la industria del entretenimiento y ha llevado a una reflexión profunda sobre las dinámicas de poder y consentimiento. Mientras el mundo del cine se tambalea ante esta revelación, las voces de las presuntas víctimas resuenan, exigiendo justicia y un cambio significativo en una industria marcada por escándalos similares en el pasado. La situación sigue en desarrollo, y los ojos del público y la justicia están puestos sobre este caso que podría cambiar para siempre el panorama del cine en España.