Las tensiones entre Rusia y el Reino Unido alcanzan un nuevo pico luego de los comentarios del ministro de Exteriores británico, David Cameron, autorizando a Ucrania a utilizar armas contra Rusia. En respuesta, el Ministerio de Exteriores ruso emitió una declaración contundente, advirtiendo sobre posibles acciones militares contra objetivos británicos en Ucrania y en otros lugares.

"Las palabras de Cameron son una muestra de que el Reino Unido se encuentra de facto involucrado en el conflicto en Ucrania", señaló el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado. Además, advirtieron que cualquier ataque con armas británicas contra territorio ruso sería respondido con acciones directas contra instalaciones y equipamiento militar británico en Ucrania.

La situación llevó a Rusia a convocar al embajador británico en Moscú, Nigel Casey, para entregar una nota de protesta por las declaraciones de Cameron. "Se ha trasladado al embajador nuestra postura y alertar de posibles consecuencias catastróficas en caso de que se den estos pasos hostiles", afirmaron las autoridades rusas.

En otra nota, el Ministerio de Exteriores ruso también expresó su preocupación por el despliegue de misiles de corto y largo alcance de fabricación estadounidense en Ucrania. Advirtieron que Rusia se reserva el derecho a tomar medidas similares para contrarrestar estas "amenazas".

"Estados Unidos ha comenzado a importar los correspondientes sistemas de misiles a Europa y a la región de Asia y el Pacífico (...), lo que indica que la producción y las 'pruebas' de este armamento están en pleno apogeo", denunciaron las autoridades rusas.

En medio de estas crecientes tensiones, Rusia también dejó claro que considerará a los aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense como portadores de armas nucleares, independientemente de su modificación específica, lo que perciben como una provocación por parte de Estados Unidos y la OTAN.