26.04.2024 |
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La delicuencia juvenil, un quiste en la sombra

Cada vez se registran más casos de jóvenes de entre 15 y 20 años que cometen actos de violencia en nuestra región | En sólo un día la Policía Nacional informaba de dos agresiones con arma blanca ayer en Santander cometidas por jóvenes

Un grupo de jóvenes se relacionan en un área de descanso de la ciudad de Santander. / ALERTA
Un grupo de jóvenes se relacionan en un área de descanso de la ciudad de Santander. / ALERTA
La delicuencia juvenil, un quiste en la sombra

Un chico de tan solo 17 años apuñalaba a un hombre de 45 años la noche del pasado sábado en Santander, y otro joven de 19 años, agredía con un machete a otro de sólo 21 años, al que hirió de gravedad, a plena luz del día. Ambas víctimas permanecen estables aunque continúan ingresados en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

La delincuencia juvenil comprende, desde un punto de vista jurídico, a aquellos jóvenes mayores de 14 años y menores de 18 que realizan conductas tipificadas como delitos en el Código Penal, si bien su responsabilidad es exigida por Ley de Responsabilidad Penal del Menor.

En España, la delincuencia juvenil ha descendido levemente en los últimos años, pero las instituciones aún no ha sabido dar con la solución para que este problema social desaparezca del todo. La mayor parte de esta delincuencia es cometida por varones, siendo el robo con fuerza en las cosas el delito más frecuente.

Este próximo viernes 12 de agosto, se celebra el Día Internacional de la Juventud, un día que tiene por objetivo situar en primer plano y ante la comunidad internacional los problemas de los jóvenes y celebrar el potencial de la juventud como socios indispensables de la construcción de nuestra sociedad mundial.

CAUSAS

La delincuencia no se produce de forma aleatoria, parte de una cultura, de unos valores, unos conflictos familiares, económicos, políticos, sociales... en los que todos estamos inmersos. Muchos jóvenes carecen de planes o proyectos vitales y son considerados incapaces de adaptarse al medio social por lo que, a menudo, toman la delincuencia como vía alternativa de conducta. El fácil acceso a las drogas, la falta de oportunidades de empleo, salud, educación y espacios para la cultura y el deporte, la desintegración familiar, la impunidad, entre otros factores, componen el contexto en el que nace y crece la juventud del siglo XXI.

FACTORES RELEVANTES EN LA CONDUCTA DE LOS JOVENES

Uno de los objetivos principales es saber identificar qué está ocurriendo en el entorno de ese joven para que cometa actos delictivos, y proceder a implantar medidas que ayuden o eviten que se produzcan.

Para eso la sociedad en su conjunto impacta directamente en el desarrollo de la juventud. El entorno familiar como primer pilar de crecimiento emocional, el entorno educativo como base para el fortalecimiento mental y crecimiento personal como adulto, y el entorno social y económico, como la vía de desarrollo de los proyectos laborales de cada uno.

FAMILIARES. La familia es el primer grupo social del cual uno forma parte y es ella quien nos convierte en seres sociales al transmitir todo el cúmulo de conocimientos, normas, valores, usos, costumbres que constituyen la sociedad. Independiente de cuál sea el tipo de familia, de ella se espera que refuerce aspectos del menor como el afecto, la aceptación del otro o el respeto por su individualidad.

ECONÓMICOS. Según los datos del SEPE, al finalizar el mes de enero, el número de jóvenes entre 16 y 29 años inscritos en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo ha sido de 475.629, un 0,68% más que el mes pasado, lo que representa una subida de 3.222 desempleados en España.

Este hecho es otro factor fundamental en el desarrollo de los jóvenes.

De acuerdo con datos del Foro Económico Mundial, las probabilidades de que una persona cometa un delito, se incrementa entre un 4 y 10 por ciento, cuando existen menos oportunidades de empleo derivado de una crisis económica.

«La incapacidad para encontrar empleo crea una sensación de inutilidad e inactividad entre los jóvenes que puede llevar a un aumento de la criminalidad, los problemas de salud mental, la violencia, los conflictos y el consumo de drogas», señala un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

SOCIALES E INTERNET. La Red ha supuesto una revolución cultural y estructural sin precedentes sobre todo entre adolescentes y jóvenes. Sabemos que es una gran fuente de oportunidades como para encontrar trabajo, búsqueda de cursos, becas, debates especializados en foros, descargas de libros y apuntes; pero también presenta algunos retos como el cyberbullying, adicciones, pornografía, entre otros temas.

Hoy en día el uso de redes sociales es algo más que cotidiano tanto para adultos como para jóvenes y niños. Sin embargo, es muy importante que los adultos sepamos en qué gastan tiempo y el nivel de adicción con el fin de ponerle un poco de freno, ya que un 67% de los jóvenes entre 18 y 24 años cree que pasa demasiado tiempo en internet.

Estamos acostumbrados a hablar de lo último en tecnología, todo lo que acontece en las redes y las nuevas formas de sacar provecho de ella. Pero en ocasiones merece la pena hacer un alto en el camino, echar la vista atrás y ver qué estamos consiguiendo con todos estos avances. Y es que la juventud es uno de los segmentos de mayor interés para la sociedad ya que muestran lo que puede pasar en el futuro.

7 horas al día de ocio digital. Según un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud al que ha denominado ‘Consumir, crear, jugar. Panorámica del ocio digital de la juventud’, revela que los jóvenes españoles consumen un total de casi 7 horas diarias con el ocio digital. Esto engloba todas las expresiones de ocio que se pueden hacer en el mundo digital, tales como leer ebooks, videojuegos, uso de redes sociales o escuchar música en streaming entre otras.

Las redes más utilizadas son WhatsApp, encabezando el gráfico con un 94%, seguido de Instagram, con un 78%, y en tercer lugar, Youtube con un 73%.

En la actualidad, la red social más utilizada por los jóvenes entre 13 y 17 años es TikTok, Instagram y Snapchat; sin embargo, para los jóvenes entre 18 y 24 años, son escogidas antes Instagram, Twitter y Snapchat. Es ampliamente conocido que WhatsApp sirve para comunicarnos, es la herramienta utilizada para la comunicación por excelencia, mientras que Instagram, TikTok y Youtube lo serían de entretenimiento.  No obstante, muchas personas utilizan éstas últimas como medios de bullying, y no todas tienen planes anti ciberbullying, por ejemplo TikTok sí posee campañas fomentando el impacto del ciberbullying con el objetivo de combatirlo en su plataforma mediante la campaña #createKindness; Instagram, por otro lado, posee plantillas de publicación contra el ciberbullying.

Las ventajas de este tipo de comunicación entre jóvenes son la conexión con gente de todo el mundo, permiten conocer opiniones alternativas, y ofrecen oportunidades a nivel laboral, así como una gran fuente de entretenimiento. Sin embargo, como principales desventajas podemos referenciar: la adicción que pueden crear, el gran impacto que tienen en nuestras emociones, estafas, robos de datos, bullying, crisis de imagen, y todo ello que termine en actos de violencia.

La influencia de los medios de comunicación

En algunas ocasiones excepcionales, estos actos de violencia terminan en crímenes horribles perpetrados por menores que dejan paralizada a la sociedad.

A lo largo de los años, han sucedido en España crímenes inusuales por parte de menores de edad. Tal es el caso del asesino de la Katana, en el año 2000, un joven de 16 años que asesinó a sus padres y a su hermana pequeña con una katana. También, en el año 2000, sucedió el llamado crimen de San Fernando, donde dos chicas adolescentes (de 16 y 17 años), asesinaron a otra adolescente de 16 años, asestándole 32 puñaladas y finalmente degollándola.

Tres años después, una joven de 22 años llamada Sandra Palo fue secuestrada, violada, atropellada y quemada por tres menores de edad y un adulto. La justicia condenó en octubre de 2018 a seis años de internamiento y tres de libertad vigilada a los jóvenes de 14 años condenados por el homicidio de Lucía y Rafael, una pareja de octogenarios del barrio bilbaíno de Otxarkoaga.

Uno de los casos más crueles que se recuerdan en España es el crimen del olivar. En 1998, dos jóvenes de 16 años, convencieron a un niño de 11 años para que los acompañase a coger hilo de cobre de un desguace cercano. Engañado, le secuestraron, le violaron, y luego fue apuñalado en 25 ocasiones en el cuello, tórax y espalda, además de arrojarle una «piedra de grandes dimensiones» sobre la cabeza que acabó con su vida al instante.

Estos casos son sólo un ejemplo de algunos de los crímenes más conocidos que se han cometido en España a manos de menores de edad. Algunos de estos jóvenes se rehabilitaron, pero otros han continuado entrando y saliendo de prisión en los años siguientes.

El tratamiento dramático y sensacionalista de estos delitos por parte de algunos medios de comunicación, unido al poder que presentan estos medios de situar en primer término del debate público un determinado tema, convirtiéndolo en asunto de interés nacional, provoca que la sociedad, en muchas ocasiones, sobrestime la delincuencia y haya un aumento de la preocupación de los ciudadanos por la inseguridad ciudadana.  Además, esta preocupación se ve alimentada por el desconocimiento general en la sociedad acerca de la delincuencia juvenil.

Lo que si es cierto, es que queda mucho trabajo por hacer por parte de las Instituciones con programas que ofrezcan caminos educativos y profesionales para los jóvenes y así eviten caer en la delincuencia.

uso de redes sociales

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Las Instituciones estudian qué es, cuáles son sus causas y consecuencias así como los tipos de delincuentes jóvenes que podemos encontrar en la sociedad y cómo puede prevenirse este fenómeno, aunque es un problema tan profundo que resulta difícil encontrar una única solución, aunque lo esencial es la prevención. Los expertos coinciden en que las intervenciones preventivas deben iniciarse desde la niñez, deben ofrecerse a todos los lugares y poblaciones y además involucrando no solo a los jóvenes sino a las personas que se encuentren en su alrededor y entorno cercano. Todos los sectores de la sociedad deben involucrarse en la prevención de la delincuencia juvenil para obtener resultados más óptimos.

Los profesionales hacen también hincapié en que la forma de prevención más adecuada no es la primaria, desde un nivel más general, sino la secundaria y la terciaria porque permiten ver cambios directos en las personas menores de edad. Por otro lado, la intervención primaria debe ser constante en el tiempo para que pueda obtener algún tipo de resultado. En cuanto a factores importantes a tener en cuenta para la prevención por parte de los individuos en cuestión: el control de impulsos y el nivel de auto-imagen y auto-concepto. Muchos jóvenes se esfuerzan por ser valorados socialmente con conductas dañinas y/o delictivas, es en este punto en el que hay que trabajar, según los expertos.

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