El Club Balonmano Camargo y el Club Balonmano El Pendo emitieron un comunicado conjunto sobre sus resultados este año. «Seguimos siendo una familia y todos sumamos, al tiempo que cuidamos de los nuestros. Felicidades Camargo por este resultado de tu cantera, de tu Escuela, de tus representativos y del trabajo que da frutos».

El pasado 8 de mayo la Federación cántabra de Balonmano daba por finalizadas la competición y proclamaba campeones a los equipos que se encontraban en primera posición en el momento de la suspensión, en nuestro caso el equipo Via Agripa de la categoría senior masculino y Aula Europea de categoría cadete masculino.

La situación en la que nos encontramos hace que nadie cuando empezó la temporada, nos pudiésemos imaginar que en marzo se encontrase suspendida para salvaguardar la salud de todos y que en estos últimos fines de semana que estarían finalizando las competiciones y disputándose los correspondientes sectores y las fases de ascensos, la prioridad y lo que transmitimos a nuestros jugador@s es la importancia de quedarnos en casa, en lugar de estar disfrutando en los pabellones.

Por ese motivo, además de felicitar a nuestros equipos y al resto de los equipos y clubes que han sido campeones, es un momento en el que creemos que toca pensar, reconocer y poner en valor a todos y cada uno de los clubes de balonmano Cántabro que han visto convertidos en éxito los resultados primero provisionales y ahora definitivos, así como a todos los colaboradores que siguen pensando que el balonmano es un buen escaparate para exponer sus firmas y logotipos, ahora nos hacen más falta que nunca. Nuestro compromiso, al firmar ese manifiesto junto a otras entidades deportivas apostando por el juego limpio tiene más vigencia que nunca en estos tiempos de pandemia.

Via Agripa Camargo, proclamado campeón de Segunda sénior. Son tiempos duros para nuestra sociedad y en especial para el deporte, sobre todo para los clubes modestos que se han preocupado más de potenciar sus canteras y el Deporte Base que en perseguir grandes éxitos y ascensos de categoría. Sin embargo, en todos los integrantes de los clubes Balonmano Camargo y Balonmano El Pendo, y en buena parte de la Marea Verde que cada semana llenaba las gradas del Juan de Herrera para animar a sus equipos, había un deseo ambicioso de ofrecer ese calor humano a nuestros chicos y chicas en las categorías consideradas ‘mayores’ para de este modo animar y dar ejemplo a los pequeños que vienen detrás y necesitan modelos que imitar. Ese deseo de ver a nuestros sénior en Primera y simultáneamente a nuestras féminas mayores  consolidadas en División de Honor-Plata parecía a principios de temporada como todo un reto, sabiendo que teníamos plantillas muy jóvenes, con gran progresión de futuro, pero mucho por hacer para obtener garantías. Cada partido del Vía Agripa contaba este año con la máxima efusividad del público verde precisamente por la dificultad que todos observábamos al enfrentarnos a equipos mucho más experimentados y con jugadores veteranos, curtidos en una Segunda División de la que nunca habíamos tenido más opciones que quedar honrosamente en la tabla. Lo mismo les ocurría a nuestras féminas, formadas a partir de un proyecto joven, liderado por un curtido y, prestigioso entrenador de casa, Fran Martín, que venía a hacer un equipo de largo plazo, pensado para crecer en varias temporadas.

Sandoval, junto con Javi y Héctor, liderando una plantilla nacida del año anterior con apenas una plantilla juvenil y unos cuantos puntales de refuerzo en las principales líneas, tenía que ponerles a todos las pilas para considerar cada encuentro como una final, jugando desde principios de temporada como si tuvieran que demostrar algo más que otros equipos, como si todo el mundo tuviera su vista puesta en el nuevo proyecto que lo primero debiera infundir confianza en nosotros mismos y luego ya vendían los objetivos para próximos años. Algunas lesiones y la dureza de la propia competición mantuvieron ese ritmo partido tras partido, viéndose como los jugadores se contagiaban de esa competitividad, como la demostrada en más de un encuentro en el que por pundonor y velocidad, peleando por cada balón se remontaban resultados adversos en el electrónico y lograban victorias impensables en el primer tiempo de juego. Así el equipo fue situándose bien en la tabla hasta sorprender a propios y extraños y llegar al momento del parón por la pandemia que vivimos y encontrar, sin pretenderlo ni soñarlo, la primera posición de la clasificación como propia. El parón y los entes federativos ha dictado sentencia, los seguidores del Vía Agripa, sus técnicos, sus jugadores y sus directivos, desconocen si en el supuesto de haberse terminado la Liga, con todos sus partidos, hubiéramos mantenido este puesto, al frente de la General y si el equipo hubiera tenido las opciones  que ahora pinan bolos con un resultado verdaderamente histórico, en el que el Club Balonmano Camargo se ha encontrado con un gran sueño cumplido y unas posibilidades de futuro absolutamente abierto.

Tanto Sandoval como cada uno de sus pupilos y colaboradores saben que, por respeto a los demás clubes de la categoría, la prudencia no puede ser sustituida por la euforia, y tienen que ver aún cómo se resuelve en estos días a quien corresponde cada una de las siete plazas que hay para el ascenso a Primera. En teoría podrían ser optimistas si es que consiguen los patrocinios necesarios, pero es pronto para celebrarlo hasta que hablen las instancias competentes. Sin embargo no puede haber complejos a la hora de elogiar la apuesta por la Escuela, la apuesta por contar con los más laureados entrenadores de todas las categorías, la de formar un club que parece una familia en que unos apoyan a los otros como si todos estuvieran convocados a cada partido y como si, al margen de las categorías y edades, todos tuviéramos la misma camiseta lleve los logos de El Pendo, Via Agripa o cualquiera de los establecimientos patrocinadores de los equipos de la Escuela. Una única afición incondicional les apoya y todos los patrocinadores y equipo Directivo que hoy se sienten especialmente orgullosos y premiados por el trabajo hecho y el reto de futuro que supone mantenerlo para próximas campañas.

Habrá que remover Roma con Santiago para conseguir apoyos, refuerzos, patrocinios, puntales que sustenten este sueño conseguido para que no sea espejismo de un día y pueda convertirse en ese motor de futuro para todo el Deporte camargués, por encima incluso del club y la Escuela Municipal, porque tener equipos en Primera o en Ligas Nacionales supone también una excelente dinamo de riqueza y prestigio municipal, movilizando aficiones foráneas y limítrofes, sirviendo como escaparate de nuestro valle en tierras lejanas y argumento fundamental para el nombre de Camargo en los medios de comunicación.

Ya está la Junta Directiva haciendo planes, buscando recursos, ya están los jugadores y técnicos hablando con otros compañeros hasta ahora rivales, porque aunque seguimos sin entrenamientos colectivos por la pandemia, ya todos somos conscientes de que este hipotético ascenso, aún por confirmar, se merece un respuesta de compromiso más allá del equipo, con la gran familia del Club, con todo el valle y con el balonmano de Cantabria en general. Si finalmente nos reconocen como Equipo de Primera,  habrá que dar la talla, palabra camarguesa.

El equipo cadete masculino Aula Europea Camargo, campeón de Cantabria. El Aula Europea Camargo, proclamado campeón y representativo del corazón de la masa social del equipo, fruto de la Escuela Municipal desde benjamines y progresando con excelentes resultados año tras año cada vez que competían juntos, gracias, entre otras cosas, a la gran labor de sus entrenadores Sergio García, Borja Gómez y José Ramos.

Por su parte, el equipo cadete femenino Amio Camargo, ha sido proclamado subcampeón de Cantabria, a falta de jugar el sector en el que tenía muchas posibilidades de ganar la Liga cadete femenina.

Y después de 46 años, seguimos siendo una familia y todos sumamos, al tiempo que cuidamos de los nuestros. Felicidades Camargo por este resultado de tu cantera, de tu Escuela, de tus representativos y del trabajo que da frutos.