Reino Unido dará un ultimátum a los ciudadanos de la UE que quieran formalizar su residencia
MADRID, 23 (OTR/PRESS)
Los ciudadanos de la UE que viven en Reino Unido y no han solicitado aún formalizar su estatus con una residencia permanente comenzarán a recibir una notificación del Gobierno británico en la que se les dará 28 días para avanzar con estos trámites, según han informado las propias autoridades este martes.
Reino Unido ofreció a los ciudadanos de la UE conservar sus derechos tras el Brexit, para lo cual el Ministerio del Interior abrió un proceso de inscripción de quienes hubiesen llegado a territorio británico antes de finales de 2020, con un estatus ya asentado para quienes llevasen más de cinco años.
Más de cinco millones de ciudadanos del Espacio Económico Europeo han solicitado este estatus, pero el Ejecutivo estima que quedan unos 400.000 casos pendientes, según la BBC. El primer ministro, Boris Johnson, ha presumido ante la Cámara de los Comunes el "gran éxito" del proceso, si bien ha reconocido que las 5,6 millones de solicitudes superan con mucho las previsiones: "Nos dijeron al empezar que serían solo 3,2 o 3 millones".
Johnson ha instado a quienes quieran permanecer en Reino Unido a rellenar los formularios en la próxima semana. El plazo para presentar la petición expira el 30 de junio, si bien las autoridades ya han dejado claro que pasada esta fecha quienes estén aún en trámites no sufrirán ninguna consecuencia.
El secretario de Estado de Inmigración, Kevin Foster, también ha aclarado que el Ministerio del Interior mantendrá abiertas las inscripciones de forma indefinida, de tal forma que los extranjeros residentes en Reino Unido puedan justificar su situación pasado el 30 de junio siempre y cuando hubiese motivos razonables para ello, por ejemplo en el caso de los estudiantes que se inscriben por primera vez en la universidad.
El aviso de las autoridades británicas llega precisamente cinco años después de que se celebrara el referéndum en que una mayoría de la población votó a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, precedente de un divorcio que no terminó de consumarse hasta el 31 de diciembre de 2020 y que sigue aún coleando entre Londres y Bruselas.