Hubo unanimidad respeto al cara a cara que mantuvieron Sánchez y Feijóo: lo ganó  Feijóo, lo admitieron incluso  los apoyos mediáticos del socialismo.

Sánchez tuvo una oportunidad de remontada el miércoles con el debate en RTVE entre los candidatos del Psoe, PP, Vox y Sumar, al que se negó a asistir Feijóo si no participaban los socios de gobierno de Pedro Sánchez. La expectación era máxima, todos pendientes de si el presidente conseguía de dejar atrás la imagen hosca, impertinente y faltona del cara a cara, y además era la primera vez que Abascal y Yolanda se enfrentaban fuera del Congreso con el presidente de gobierno. No se alcanzaron las expectativas, porque el debate fue soporífero excepto en algunos momentos en los que Yolanda Díaz mostró su carácter. Y para decepción de los simpatizantes de Vox, la intervención de Abascal fue plana, sin garra. Pasará a la historia por su Viva España y por haber preguntado a sus interlocutores qué opinión tienen sobre las mujeres.

El presidente de gobierno no consiguió siquiera ser el protagonista del debate, a pesar de que sus rivales eran peso pluma de la política. No se le vio empeño de remontada, y eso que su complicada situación actual le ha obligado cambiar de estrategia: retomar los mítines,  medio abandonados para dedicarse a las entrevistas en grandes medios de comunicación.

Yolanda Díaz ha mostrado nervio, pero pecó de excesivo compadreo, con Sánchez,  y sus seguidores pueden  quedarse con la sensación de que no tiene discurso propio, que lo suyo es ir a la zaga de lo que marque el Psoe y su máximo dirigente.  

Los tres contendientes coincidieron  en sus criticas a Feijóo, el ausente más presente que se recuerda. Dudaban en su equipo sobre la conveniencia de asistir, pero se cargó de razón el presidente del PP: sin acudir al plató, su presencia era obvia. Probablemente más que si estuviera allí en carne mortal. Abascal cometió un error de bulto, al no replicar a Sánchez y Díaz cuando se referían a él como el representante de Feijóo en el debate. Incluso un recién llegado a la política habría puntualizado que él solo representa a su partido y a sí mismo.

Sánchez no estuvo tan faltón como en el cara a cara con Feijóo, ni interrumpió tanto, llevaba bien aprendida la lección. Pero no deja de ser demoledor para él que es mayoritario el criterio de que la vencedora del debate ha sido Yolanda Diaz, una política que no destaca precisamente por la riqueza de sus discursos, ni en el fondo ni en la forma. Parecía ser la única que comprendía en qué consistía ese debate en el que faltaban quien puede ser presidente de gobierno y  los dirigentes que, desde la supuesta oposición, son elementos fundamentales para que se mantenga el gobierno actual.

No se le presentarán a Pedro Sánchez muchas ocasiones de remontada como la  que ha tenido.