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21/01/24

Los retos del nuevo jefe de la casa del Rey

(I-D) El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la Infanta Sofía; el Rey Felipe VI y la Reina Letizia, durante el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y desfile militar en el Día de la Hispanidad, a 12 de octubre de 2022, en Madrid (España). Los actos por el Día de la Fiesta de la Hispanidad comienzan con el izado de la Bandera Nacional y el homenaje a los que dieron su vida por España, al que siguen los desfiles aéreo y terrestre de distintas unidades en los que participan más de 4.000 militares, 150 vehículos y cerca de 220 caballos, a los que se suman 84 aeronaves. La tribuna presidida por los Reyes se encuentra en la plaza de Lima y este año la princesa Leonor no asiste al desfile al encontrarse estudiando en Gales. ‘Todos trabajamos por un fin común’ es el lema que el Ministerio de Defensa ha elegido para los actos de este año por la Fiesta Nacional.
12 OCTUBRE 2022;FIESTA NACIONAL;4.000 MILITARES;DESFILE;FIESTA DE ESPAÑA;ESPAÑA;DESFILE;MILITARES
Eduardo Parra / Europa Press
12/10/2022
(I-D) El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la Infanta Sofía; el Rey Felipe VI y la Reina Letizia, durante el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y desfile militar en el Día de la Hispanidad, a 12 de octubre de 2022, en Madrid (España). Los actos por el Día de la Fiesta de la Hispanidad comienzan con el izado de la Bandera Nacional y el homenaje a los que dieron su vida por España, al que siguen los desfiles aéreo y terrestre de distintas unidades en los que participan más de 4.000 militares, 150 vehículos y cerca de 220 caballos, a los que se suman 84 aeronaves. La tribuna presidida por los Reyes se encuentra en la plaza de Lima y este año la princesa Leonor no asiste al desfile al encontrarse estudiando en Gales. ‘Todos trabajamos por un fin común’ es el lema que el Ministerio de Defensa ha elegido para los actos de este año por la Fiesta Nacional. 12 OCTUBRE 2022;FIESTA NACIONAL;4.000 MILITARES;DESFILE;FIESTA DE ESPAÑA;ESPAÑA;DESFILE;MILITARES Eduardo Parra / Europa Press 12/10/2022
Los retos del nuevo jefe de la casa del Rey

Camilo Villarino, diplomático de reconocido prestigio, con altos cargos en los gobiernos del Psoe y del PP,  ha aceptado el cargo que le ofrecía D. Felipe,  la Jefatura de Su Casa. Sustituye a Jaime Alfonsín, abogado de Estado que ha trabajado junto a D. Felipe durante casi 40 años con lealtad incuestionable, viviendo situaciones difíciles, a veces límite. Llevaba tiempo queriendo irse, pero le retuvo su sentido del deber, no podía dejar la Casa cuando arreciaban los problemas. Su lealtad ha sido premiada por el Rey nombrándole consejero personal. 

​Llega Villarino a Zarzuela conociendo perfectamente el difícil equilibro entre sus responsabilidades institucionales como Jefe de la Casa y las consecuencias  de las maniobras del gobierno para lograr los apoyos necesarios para mantenerse en el poder, entre las que se incluyen reformas a la carta de la Constitución, cesiones al independentismo, competencias selectivas a gobiernos autonómicos en función de su relación con el gobierno central e incluso disminución de la presencia militar, y de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado en determinados territorios. 

A todo esto se suma una actitud del presidente irrespetuosa hacia el Jefe de Estado aunque presume de apoyo y lealtad, que sin embargo es abiertamente falsa, como lo demuestran los gestos de falta de cortesía e incluso de mala educación de Pedro Sánchez en actos públicos. 

No son asuntos que desconozca Villarino, lo perciben millones de españoles. 

La estrategia de Sánchez respecto al Rey es uno de los factores que  deben inquietar, ya que afecta a la  Corona, obligada a tomar decisiones muy delicadas pero necesarias. Hacia Zarzuela se dirigen las miradas de infinidad de españoles cuando Sánchez da pasos hacia reformas inaceptables. D. Felipe es hoy el principal muro  para salvaguardar al país de un sanchismo inquietante.

Dos cuestiones de tipo personal afectan también al futuro de la Casa Real y por tanto, se convierten en asunto de Estado.

El primero, la situación del Rey Juan Carlos, que se apacigua con el tiempo yviaja a España en aparente normalidad aunque todavía no se le ha permitido pernoctar en el Palacio de la Zarzuela. Un sector amplio de españoles ya no acepta bien que un hombre de más de ochenta años se encuentre expatriado viviendo gracias a la generosidad de un emir con el que mantenía una sólida amistad.

El segundo problema es la campaña contra la Reina Leticia iniciada por un personaje miserable, indecente, con la ayuda de algún periodista igualmente miserable que por razones de despecho no dudan en difundir asuntos de tipo privado que inciden seriamente en la Corona.

En el otro lado de la balanza, el positivo efecto Leonor. Desde su mayoría de edad  la heredera se ha convertido en un elemento fundamental para la monarquía. Sudisposición a asumir las responsabilidades que le pida la Casa es una garantía. 

Camilo Villarino no tiene por delante una tarea fácil. Pero su curriculumdemuestra que no le falta experiencia, ni valor, ni tampoco sentido de Estado.

Los retos del nuevo jefe de la casa del Rey
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