El empresario Elon Musk, una de las personas más innovadoras del mundo, metida de lleno en la carrera espacial, ha vuelto a poner en evidencia un grave problema en el mundo occidental. Desde hace meses se muestra preocupado por el elevado descenso de la natalidad en los EEUU y es algo que en este mes de julio ha querido compartir con el Papa Francisco en el Vaticano.

El hombre que trabaja para llevar una nave espacial a Marte tiene fijado en su perfil de Twitter una gráfica que muestra cómo la natalidad en su país lleva 50 años por debajo del nivel de reemplazo. Todo un problema de futuro para una sociedad que no facilita el tener hijos. Una tendencia en la que España, y Cantabria en particular, está metida de lleno.

Vivimos en la tercera Comunidad en la que más ha bajado la natalidad en 2021, según datos del INE. En Cantabria nacieron 3.286 niños el año pasado, mientras las defunciones fueron 6.051, lo que significa que tenemos 2.765 ciudadanos menos que hace un año. Con una población cada vez más envejecidad, todo apunta a que la tendencia se acentuará en los próximos años, si no tomamos medidas.

El problema no es solo que menos trabajadores deben sostener a un creciente número de ancianos y población pasiva. El que los ciudadanos de Cantabria no tengan apenas hijos es una muestra clara de desconfianza en el futuro. No hay perspectivas de crecimiento, no hay perspectivas de prosperidad. ¿Dónde van a terminar mis niños? Se preguntan muchas personas. Frente a este desafío hay que aplicar medidas que han demostrado su eficacia en otros países de Europa, donde han conseguido revertir la tendencia. Son medidas que van desde bonificaciones fiscales, hasta incentivos por número de hijos o facilidad para la conciliación familiar en el entorno laboral. Son medidas que pasan también por campañas de sensibilización social y de promoción. Todo ello sumado a un Ejecutivo que inspire confianza a sus ciudadanos.

Mientras afrontamos esta crisis de la natalidad, unida a una crisis económica, nuestros ministros se dedican a “abrir procesos de escucha” cuando están en el Gobierno. Algo que corresponde a quien no tiene responsabilidad, a quien se encuentra en la oposición. Si estás en un Ejecutivo es para tomar medidas, para aplicar programas y solucionar problemas. Los ciudadanos no eligen a sus gobernantes para refundar movimientos o para vender libros, por mucho que sepan seducir a la audiencia.