Estamos a punto de conocer la resolución del Tribunal General de la Unión Europea, que tiene su sede en Luxemburgo, sobre sí Carles Puigdemont goza o no de inmunidad dada su condición de eurodiputado. Como es público y notorio el político catalán es un prófugo reclamado por la Justicia española. Antes de que Pedro Sánchez impulsara un cambio del Código Penal para eliminar el delito de sedición rebajando de paso la pena por malversación, Puigdemont estaba reclamado por ambos delitos.

Ahora, tras la supresión de la sedición como delito y la rebaja de las penas por malversación cuando no existe ánimo de lucro, si Puigdemont comparece en la Audiencia Nacional ante el juez Pablo Llarena, el caso podría quedar resuelto con el pago de una sanción económica. Quedaría después en libertad y podría volver a Cataluña convertido en héroe entre los independentistas como burlador de la Justicia española. No es una conjetura. Es un escenario al que estamos abocados gracias a los cambios introducidos en el Código Penal por Pedro Sánchez para allegar el apoyo de los separatistas.

La vuelta de Carles Puigdemont, quien tras proclamar la República catalana de manera nada heroica se fugó escondido en el maletero de un coche y se ha pasado los últimos seis años viviendo a cuerpo de rey en la localidad belga de Waterloo, devolverá a la primera página de la actualidad los pactos de Pedro Sánchez y sus trapicheos políticos con los independentistas.

Más allá del escarnio que supone que Puigdemont pueda regresar y salir airoso del trance procesal apoyándose en los cambios introducidos en el Código Penal, el mensaje que se desprende de este caso es que quien retorció las leyes para beneficiar a los delincuentes que fueron procesados por el intento del golpe de Estado en Cataluña porque eran sus socios parlamentarios debería pagar un precio político. Vivimos en tiempos revueltos en los que un escándalo tapa otro y todo transcurre tan deprisa que todo se olvida enseguida pero hay hechos cuya gravedad ni puede ni debería amparar el olvido. Es el caso de las circunstancias políticas que rodean el posible regreso triunfal de Carles Puigdemont a España.