Los intocables de Podemos
Si todavía quedaba en España algún ingenuo que creía que, ante la magnitud del escándalo generado por las excarcelaciones y rebajas de penas a delincuentes sexuales, el presidente del Gobierno iba a aprovechar la mini remodelación del Gabinete para destituir a la ministra de Igualdad, habrá perdido toda esperanza. Montero en Igualdad y su compañera Ione Belarra, en Derechos Sociales, son intocables. Están blindadas porque mandan en Podemos y fue Podemos quien hizo presidente a Pedro Sánchez.
Así de simple y así de difícil de entender en términos de los usos y costumbres de los sistemas democráticos en los que los ministros responden políticamente de sus errores. Y error fue, y lo sigue siendo, porque la ministra y sus cofrades se niegan a modificar la Ley de Garantía de la Libertad Sexual, que es como irónicamente se proclama, si tenemos en cuenta los resultados. Cuando esto escribo: 74 excarcelaciones y 721 rebajas de penas. Un verdadero y sangrante escándalo que añade dolor a las víctimas y es fuente de estupor para cualquiera que tenga un mínimo de sentido común.
El PSOE inició el trámite parlamentario para reformar la citada ley y en esa iniciativa encontró el apoyo del PP pero topo con el voto en contra de Podemos. Salió adelante por mayoría pero el diputado Pedro Sánchez se ausentó de la Cámara, no votó a favor de la propuesta del partido del que es secretario general. Es difícil encontrar un precedente de semejante doblez política. Un acto que ninguno de los diputados socialistas se atrevió a criticar y que solo encuentra explicación en la servidumbre con la que Pedro Sánchez se conduce en todo lo que se relaciona con Podemos. La ambición de seguir en el poder a cualquier precio acreditada en otros casos como la vergonzosa reforma del Código Penal para favorecer a sus aliados, los dirigentes de ERC implicados el intento de golpe del "procés", se delata más si cabe ante la negativa a destituir a una ministra de probada incompetencia y contumaz exhibición de soberbia.
La remodelación del Gabinete para sustituir a las dos ministras que dejaban el Ejecutivo para presentarse como candidatas a las elecciones de mayo era el momento para proceder al relevo al frente del Ministerio de Igualdad. Al desaprovecharlo ha venido a confirmar lo que se sospechaba: Sánchez sólo manda sobre un parte del Gabinete. En el Gobierno de España hay dos clase de ministros, los contingentes y las intocables. Hasta ese extremo de sumisión a Podemos le empuja su ambición de mantenerse en La Moncloa.