29.04.2024 |
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¿Cuándo la civilizada prudencia se convirtió en sumisión y cobardía?

Carlos A. Torres Velasco, Peñacastillo
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¿Cuándo la civilizada prudencia se convirtió en sumisión y cobardía?

¿Cuándo la civilizada prudencia se convirtió en sumisión y cobardía?... Si no fuese todo “pos-verdad”; si, por civilización y prudencia, decidimos acatar los “resultados electorales oficiales”, entonces podemos afirmar:

-        Que los españoles aceptan, y hasta jalean, que unos cuantos cientos de miles de no-españoles, renegados o “sobrevenidos”, decidan el presente (humillado) y el futuro (desgarrado y arruinado) de decenas de millones de nosotros: muy “democráticamente” y tal. También sentencian al desgarro, la ruina y la humillación a nuestros propios hijos, y hasta bisnietos… ¡suponiendo que los tengamos!

 

-        Que millones de españoles (y de españolas, ¡sí!) aún apoyan a los que saben se aliarán con el mismísimo diablo, con tal de gobernar: es un decir, ya que es difícil determinar en qué consiste tal gobierno, con tanto “cambio de opinión”.

 

-        Que consideran que el diablo y su apuesto aliado han llevado a cabo políticas acertadas y encomiables: para todas, todos y todes (quizá los “cambios de opinión” los tienen algo confundidas, confundidos y confundides).

 

-        Que consideran que el diablo y su apuesto galán monclovita, “el que cambia de opinión”, siendo éstos la metástasis, son incluso preferibles a “los otros”… Supongo que, frente al cáncer, los considerarán la “muerte súbita” inapelable; ya que mientras haya vida… ¿habrá esperanza?.

 

-        Que es hipótesis plausible, como mínimo, que los españoles y españolas que apoyan y aplauden a los que les humillan y arruinan son tontos o ignorantes; masoquistas o lentos suicidas… O, más suavemente, perfectos ingenuos de color de rosa y muy, pero que muy “cuquis” (¡antes progre que sencilla, my dear!).

Se me ocurren muchas más posibilidades; casi ninguna nos deja bien parados o parades… Pero ahora os dejo, que tengo muuuucho que planchar.

¡Y que nos vayan zurciendo!... Zurcir también lo hago, por cierto; como buen machirulo caucasiano occidental autosuficiente semi-deconstruido, y atravesado por una infinidad de interseccionalidades de supremacía y privilegios, lo hago.

¿Cuándo la civilizada prudencia se convirtió en sumisión y cobardía?
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