26.04.2024 |
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Los pies atados y los bolsillos vacíos

Hostelería.
Los pies atados y los bolsillos vacíos

En Cantabria ya son 76 los municipios que están en riesgo controlado, lo que implica que no tienen restricciones, en cambio, los que cuentan con más de 5000 habitantes se sitúan en el nivel 1.

Santander, Torrelavega, Cartes, Reinosa, Astillero… siguen dependiendo del semáforo y están bajo el nivel 1, a expensas de que se retiren todas las medidas anti covid. Una semana más, seguimos con el semáforo en rojo mientras que todas las comunidades autónomas circulan en verde. Yo me pregunto, ¿hasta cuándo va a durar esto? ¿algún día llegará el fin de las restricciones? Y, ¿Dónde están nuestras ayudas?

Esta semana se ha conocido el nuevo Boletín Oficial del Estado (BOC), donde sólo 42 municipios se han quedado en el nivel uno, lo que implica que en hostelería y restauración siguen teniendo limitaciones de aforos en las mesas, con un total de 10 personas tanto en interior como en exterior. Lo que respecta a los locales del ocio nocturno, siguen siendo los más perjudicados y los que tienen que hacer frente a más restricciones, con la limitación de tener como máximo un 75% del aforo dentro de los establecimientos. No es la primera vez que lo digo pero estamos muy cansados de tener que pedir por algo que ya tendríamos que tener libertad total desde hace semanas, TRABAJAR, esta vez lo escribo en mayúsculas para que se enteren de una vez. En la misma línea, es importante hablar de las ayudas, que las pedimos pero no llegan, nuevas líneas de ayuda que palien todas las pérdidas a las que hemos hecho frente y a las que seguimos teniendo que anteponernos. Son muchos miles y miles de euros que se han perdido durante estos dos últimos años y es muy difícil que se llegue a recuperar todo pero, qué menos que intentar paliarlo, ¿no?.

Me gustaría acabar diciendo que esperamos acabar con el semáforo lo antes posible, sin la necesidad de tener que estar todos los martes pendientes al resultado del BOC, pendientes de si nos volverán a cerrar o a cuántas restricciones vamos a tener que enfrentarnos. Cada semana es una incertidumbre, una batalla muy pesada de la que no nos damos por vencidos y seguiremos luchando hasta donde sea por nuestros derechos y nuestra hostelería.

Los pies atados y los bolsillos vacíos
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