Centenar y medido de vecinos han manifestado con cacerolas, silbatos, trompetillas y una recogida de firmas su oposición al proyecto de reurbanización de la calle Julián Ceballos, una de las principales de Torrelavega, con unas obras para «serenar» el tráfico que están exaltando a los residentes.

La principal queja hacia los planes del Ayuntamiento es el «excesivo» uso del hormigón en este vial, en el que se han sustituido las aceras por unas zonas para los peatones pintadas de gris claro al mismo nivel que la zona para paso de vehículos pintada de gris oscuro, además de la falta de árboles y elementos verdes en proyecto.

Los vecinos con lemas como «#julianceballossemueve» y carteles como «SOS Julián Ceballos» demandan un tratamiento «más humano» de la calle a través de unas obras en marcha en su primera fase pero que afectan a unos 600 metros lineales de una de las principales arterias de Torrelavega, donde se van a invertir 1,5 millones de euros.

Los contrarios al proyecto, organizados en la plataforma vecinal (Julian Ceballos Se Mueve), han celebrado este viernes su segunda concentración de protesta y una nueva recogida de firmas para unir a las más de 1.500 ya recabadas contra el proyecto a través de las redes sociales o de forma presencial.

DENUNCIA UN «GENOCIDIO». La portavoz del colectivo, Eva Falkenthal, ha explicado que el proyecto les parece «un despropósito y un genocidio», y por ello solicitan al Ayuntamiento la paralización de las obras en marcha para su revisión y modificación por otras «más favorables» para los residentes.

Para lograrlo, ha anunciado que se concentrarán todos los viernes a las 20.15 horas y asistirán al próximo pleno de la Corporación para explicar a los concejales las razones de su rechazo y las deficiencia que observan en el proyecto, así como para hacer entrega de los varios miles de firman que esperan reunir. Falkenthal ha detallado que los vecinos temen que con el hormigón y la casi ausencia de árboles se produzca el efecto «isla de calor» con subida de la temperatura en verano, menos oxígeno por falta de zonas verde y más gases contaminantes, pero también una bajada de precio de las propiedades y más gastos en luz y aire acondicionado en las viviendas.

Los apoyos de los vecinos. Los vecinos tienen el apoyo de colectivos conservacionistas como Torrearboleda o Cantabria ConBici, así como de representantes de diversas fuerzas políticas de la Corporación y de fuera de ella (Ciudadanos, PP, Torrelavega Sí, ACPT) que han asistido este viernes a la protesta y pretenden llevar el asunto al próximo pleno.

En este sentido, Eva Falkenthal ha vuelto a criticar que el Ayuntamiento responda a sus demandas ya que hasta ahora ningún representante del equipo de gobierno PRC-PSOE ha respondido a sus peticiones de una reunión para analizar posibles cambios en el proyecto, mientras la obra avanza con lentitud ante las protestas.

El gobierno regionalista defiende el proyecto. Mientras tanto, el concejal de Obras, José Manuel Cruz Viadero (PSOE), aseguró hace unos días que no existía «ninguna razón» para paralizar el proyecto de remodelación, pero se mostraba abierto a introducir «alguna variación» como plantar ocho árboles más o cambiar de sitio unas luminarias.

Aseguró que estas variaciones se encuentran en fase de aplicación y surgen de «escuchar a los vecinos» para «mejorar» el proyecto inicial, como la de ampliar la acera de la margen derecha de la calle y también los parterres donde se plantarán los árboles, pero los residentes aseguran que a ellos nadie les ha llamado para preguntarles.