En un operativo que destaca por su precisión y efectividad, la Agencia Tributaria y la Guardia Civil de Cantabria han logrado un importante golpe contra el narcotráfico internacional. El pasado 3 de marzo, en el marco de las acciones rutinarias de control de equipajes, se detectó una maleta sospechosa procedente de Colombia en el aeropuerto de Santander. La inspección del equipaje, realizada al día siguiente en presencia del varón que acudió a reclamarla, reveló un ocultamiento ingenioso de 8,5 kilos de cocaína entre productos de alimentación.

La detención inmediata del individuo en el aeropuerto marcó el inicio de una rápida investigación que llevó a la localización y arresto de una mujer, compañera del primer detenido, en un hotel de la ciudad. Los detenidos, de 34 y 31 años de edad respectivamente, han sido identificados como naturales de Colombia y son ahora presuntos autores de un grave delito contra la salud pública.

La operación destaca no solo por el volumen de droga incautada sino también por la sofisticación del método utilizado para intentar eludir los controles aduaneros y policiales. Los investigadores descubrieron que la droga venía oculta en paquetes de productos de alimentación, una táctica cada vez más empleada por las redes de narcotráfico para intentar pasar desapercibidas ante las inspecciones rutinarias.

Este caso subraya la importancia de las labores de vigilancia y control en puntos de entrada al país, así como la colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad en la lucha contra el tráfico de drogas. La detención de estos individuos y la incautación de una cantidad significativa de cocaína ponen de manifiesto el firme compromiso de las autoridades españolas con la prevención del tráfico de sustancias ilegales y la protección de la salud pública.

La pareja fue puesta a disposición del Juzgado de Guardia de Santander, que decretó su ingreso en prisión preventiva, esperando que el proceso judicial esclarezca plenamente los hechos y determine las responsabilidades pertinentes. Este operativo refuerza el mensaje de que España continúa siendo un territorio hostil para las operaciones de narcotráfico internacional.