Caracterizada por su zona costera, Ajo, es el punto más septentrional de la costa cántabra, formada por grandes playas y paisajes que se abren gracias a sus acantilados es una tierra de contrastes, de azules y verdes, desde el mar hasta su faro rodeado de césped.

Su atractivo turístico recae en sus playas de Antuerta y Cuberris, que reciben a cientos de turistas en época estival, potenciado a su vez por el faro que se inauguró en 1930, pero saltó a la fama en 2020 cuando el artista cántabro Okuda, plasmó su colorida obra sobre él. Además de eso, la localidad cuenta con una gran oferta paisajística, ya que si te acercas podrás ver los acantilados de Ajo, la desembocadura de la ría o el Cabo de Ajo.

A parte del entorno natural, se debe destacar el conjunto de monumentos barrocos con grandes casonas como la Parroquia de San Martín, gótica-renacentista, el Convento de San Ildefonso, la Parroquia de San Pedro o Pedruco, la Parroquia de San Roque, del siglo XVIII; la Casona de los Vélez-Solárzano, la Casona de Villanueva, la Casona de los Vélez-Camino o la Casona de los Carrera-Camino.

Sin embargo, Ajo se ha convertido en un reclamo turístico para los surfistas, las escuelas de surf o la gente que prefiere viajar en vez de a un hotel, a adentrarse en la naturaleza, el destino favorito de los que visitan este lugar, son los campings. En la época estival son cada vez más personas los que eligen estos alojamientos para estar más cerca de la playa como el camping de playa de Ajo o camping Aren