Cantabria ha experimentado una pérdida de 3.469 habitantes en la última década, según los datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el año 2023. Esta disminución poblacional sitúa a la región entre las áreas del interior y del Atlántico que continúan experimentando una pérdida demográfica, que en conjunto ha superado los 430.000 habitantes desde el año 2013. Cabe destacar que este declive demográfico se produce sin que el sistema de financiación autonómica, donde la población tiene un peso significativo, haya sido actualizado.

En contraste, comunidades autónomas como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Andalucía y Murcia han experimentado un aumento conjunto de más de 1,11 millones de habitantes desde 2013. La tendencia general señala un desplazamiento del flujo migratorio a favor de las regiones costeras y en detrimento de las áreas interiores de la península.

Madrid y Cataluña encabezan el crecimiento poblacional en la última década, con incrementos del 5,6% y 4,7%, respectivamente. Otras comunidades con frontera en el Mar Mediterráneo, como la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Baleares, también han ganado población en este período.

En el lado opuesto, las comunidades del interior peninsular, junto con algunas regiones atlánticas, continúan perdiendo habitantes. Castilla y León es la más afectada, con una disminución de más de 139.000 habitantes en la última década. Asturias y Cantabria también han experimentado pérdidas demográficas, perdiendo 63.000 y 3.469 habitantes, respectivamente.

Por otro lado, País Vasco, Navarra y Canarias han visto un crecimiento demográfico en los últimos diez años, sumando más de 27.000 habitantes cada una. La Rioja se mantiene casi inalterada en cuanto a población, con alrededor de 322.000 habitantes.