Ubicado en un rincón privilegiado de Pedreña, con vistas impresionantes a la Bahía de Santander, el Asador El Tronky ha estado deleitando a los comensales con su exquisita cocina por más de dos décadas. Dirigido por Pedro Guevara e Isabel Peña, este restaurante es un referente en la preparación de pescados y mariscos a la brasa.

Con una filosofía que pone énfasis en la calidad y la frescura de sus ingredientes, El Tronky ofrece una carta que es un verdadero viaje por los sabores del mar Cantábrico. Destacan en su menú las sardinas a la brasa, un clásico del verano, y el Bonito del Norte, una delicia local. La parrilla de carbón vegetal, corazón del restaurante, es el secreto detrás del sabor único de sus platos.

No solo los mariscos y pescados son protagonistas; El Tronky también sirve carnes a la brasa, cada una cocinada a la perfección, y una variedad de ensaladas frescas. Los postres caseros, como la leche frita de la abuela o la tarta de queso con arándanos, son el broche de oro para una comida inolvidable.

El restaurante ofrece una experiencia gastronómica integral, donde cada detalle cuenta. Desde el cálido ambiente de su interior, que recuerda a las clásicas tabernas marineras, hasta su amplia terraza con vistas al mar, cada elemento está pensado para garantizar el disfrute de sus visitantes.

Además de su impecable cocina, El Tronky es conocido por su amplia bodega, que presenta una selección cuidadosa de vinos, capaces de maridar a la perfección con cada uno de sus platos. Este detalle, sumado a la atención personalizada y el ambiente acogedor, ha hecho de El Tronky un lugar muy frecuentado tanto por locales como por turistas.

El acceso al Asador El Tronky es parte de la experiencia. Muchos optan por llegar navegando en las pedreñeras desde Santander y Somo, disfrutando del viaje a través de la bahía antes de degustar las delicias que les esperan.

El Tronky no es solo un restaurante, es un viaje a través de los sentidos, una celebración de la cocina cántabra y un testimonio de la pasión por la buena comida. Con una trayectoria consolidada y un futuro prometedor, este asador se mantiene como un punto de referencia en el mapa culinario de Cantabria, invitando a todos a descubrir los secretos de su cocina. En definitiva, una visita a El Tronky es una experiencia que no se olvida y que invita a volver una y otra vez.