29.04.2024 |
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SEGUNDA REPÚBLICA

93 años de la proclamación de la Segunda República: Así lo contaba 'El Cantábrico', precursor de ALERTA

Recordando el día que el espíritu republicano inundó las calles de Santander

Captura de pantalla Portada histórica de ‘El Cantábrico’, periódico predecesor del diario ‘Alerta’, del 15 de abril de 1931. / alerta
Captura de pantalla Portada histórica de ‘El Cantábrico’, periódico predecesor del diario ‘Alerta’, del 15 de abril de 1931. / alerta
93 años de la proclamación de la Segunda República: Así lo contaba 'El Cantábrico', precursor de ALERTA

El 14 de abril de 1931, un viento de cambio soplaba por las callejuelas y plazas de Santander, arrastrando consigo las hojas de un régimen que se marchitaba y el brote fresco de una república naciente. La edición de ‘El Cantabrico’ (periódico predecesor del actual ALERTA de Cantabria), del 15 de abril se convirtió en el crisol donde se fundió el pulso de la ciudadanía, con titulares que capturaron la transición política y un fervor que trascendió los límites del papel. A 93 años de ese hito, la portada sigue siendo un testimonio vibrante de un día que marcó el comienzo de una nueva era efímera para España. La noticia de la inminente proclamación de la Segunda República corrió por las venas de la ciudad con la rapidez de un rumor ansioso por confirmarse.

‘El Cantabrico’ informaba cómo la ciudadanía de Santander, con los ojos abiertos y los corazones expectantes, se reunía en corrillos, intercambiando susurros y teorías, cada uno un reflejo del otro en su ansia por el cambio. Los periodistas de la época, armados con lápiz y papel, se convertían en los portavoces de una sociedad al borde del renacimiento democrático, con muchas sombras, transmitiendo una mezcla de curiosidad y anticipación que se apoderaba de todos. ‘El Cantabrico’ describió un ambiente donde “todo el mundo estaba pendiente de las noticias que se esperaban y se presentían”.

En cada rincón, el tema omnipresente y único era el político, dejando en sombras cualquier otra conversación. Los periodistas de aquel entonces se encontraban asediados por ciudadanos ansiosos, deseosos de corroborar los rumores que se propagaban con la velocidad y el caos de un torrente desbordado. Las falsas noticias que aparecían en algunas carteles desencadenaban la irritación de los lectores, evidenciando una tensión palpable entre el fervor popular y la desinformación. Esta impaciencia colectiva iba en aumento conforme avanzaba el día, y ya para la primera hora de la tarde, los cafés se veían rodeados de corrillos donde se realizaban encendidos debates, un reflejo de la vehemencia con la que se vivía la política en esos momentos cruciales. La atmósfera estaba cargada de una impaciencia que era, al mismo tiempo, inquietante y emocionante, como si la ciudad entera contuviera la respiración a la espera del nacimiento de su nueva identidad republicana. 

Portada histórica de ‘El Cantábrico’, periódico predecesor del diario ‘Alerta’, del 15 de abril de 1931. / alerta
Portada histórica de ‘El Cantábrico’, periódico predecesor del diario ‘Alerta’, del 15 de abril de 1931. / alerta

La Transferencia de Poderes.

Los ciudadanos de Santander presenciaron cómo el poder se deslizaba de manos de la monarquía a las del gobierno provisional de la República. En una ceremonia que simbolizó tanto un final como un comienzo, la transferencia de poderes representaba la promesa de una nueva dirección para la nación. ‘El Cantabrico’ ofrecía crónicas de estos momentos históricos, pintando imágenes de una sociedad que se atrevía a soñar con un futuro construido sobre los cimientos de la justicia y la igualdad.

El Sentir Popular y el Papel de la Prensa. Mientras los rumores y las especulaciones corrían desenfrenados, ‘El Cantabrico’ se establecía como faro informativo, cortando la niebla de la incertidumbre con la claridad de su periodismo. Cada palabra impresa era una piedra más en la construcción de la narrativa republicana, cada titular, un paso hacia la consolidación de la democracia, pero con poco consenso, ya que la visión tendía hacía la izquierda. Homenaje a Don Esteban Polidura:

homenaje espontáneo a Don Esteban Polidura, un veterano defensor de la causa republicana. A pesar de los achaques que lo habían mantenido alejado de la vida pública, Don Esteban se aventuró a salir y presenciar la celebración del régimen que tanto había apoyado. La multitud reconoció su presencia con una calurosa ovación, celebrando no solo la instauración de la República sino también la perseverancia y dedicación de uno de sus más fervientes partidarios.

Banderas Rojas por Doquier. A medida que la tarde avanzaba, el símbolo de la República, la bandera roja, comenzó a aparecer por toda la ciudad. Vehículos y motocicletas adornados con el emblema rojo se multiplicaron, siguiendo el ejemplo inicial en el Palacio de Comunicaciones. La Bandera Republicana en el Palacio de Comunicaciones. La imagen de la bandera tricolor izada en el Palacio de Comunicaciones fue inmortalizada por ‘El Cantabrico’, simbolizando no solo un cambio en la política, sino también en el alma de la nación. La multitud que se reunía debajo, según los relatos del periódico, no era simplemente un grupo de observadores, sino los protagonistas de su propia historia.

El Rol de Figuras Públicas. Esta portada de ‘El Cantabrico’ también rendía homenaje a aquellos que habían dedicado su vida a la causa republicana. Figuras como Esteban Polidura, quien, a pesar de su avanzada edad y sus achaques, salió a las calles para testificar el cambio, se convirtieron en los héroes cotidianos de esta nueva era.

LA FOTO DE ABAJO A LA IZQUIERDA

 Una de las fotografías más emblemáticas de esta portada que hemos querido volver a mostrar en nuestras páginas, tomada por el fotógrafo conocido como Samot, muestra un momento especialmente emotivo frente al edificio de Correos, donde líderes como Bruno Alonso, Ramón Ruiz Rebollo, Luis Lavín, y Miguel Canales, entre otros, fueron los protagonistas. «Don Alonso Velarde, uno de los principales caudillos de la República, don Bruno Alonso, Don Ramón Ruiz Rebollo, don Luis Lavín, don Miguel Canales y otros significativos republicanos, ovacionados por la muchedumbre», reza el pie de foto. En la imagen, estos hombres, identificados con el movimiento republicano, son ovacionados por una multitud exultante. La escena encapsula la alegría y el entusiasmo colectivo, mostrando a los líderes en un momento de triunfo, rodeados de ciudadanos que celebran la nueva era política. Este visual no solo documenta un evento histórico, sino que también destaca el poder de la comunidad unida por un cambio significativo.

Legado y Memoria Colectiva. A casi un siglo de distancia, la Segunda República permanece en la memoria colectiva de Santander como un periodo de idealismo y desafío. Las generaciones actuales continúan reflexionando sobre las lecciones de aquellos años, encontrando ecos de aquellos ideales en los desafíos contemporáneos. La República, aunque efímera, dejó una impronta indeleble en la identidad de Santander y en el espíritu de España. Al revisitar la portada de ‘El Cantabrico’ del 15 de abril de 1931, nos reconectamos con ese impulso hacia un futuro basado en los valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad. Y así, 93 años después, aquel eco histórico sigue resonando, recordándonos que cada generación tiene el poder de moldear la democracia de su tiempo.

 

93 años de la proclamación de la Segunda República: Así lo contaba 'El Cantábrico', precursor de ALERTA
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