La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha manifestado este jueves que el Ayuntamiento de la capital cántabra no aplicará la zona de bajas emisiones "sin datos" previos que justifiquen su implantación, "por capricho o sin un criterio que se pueda explicar".

El Consistorio, ha afirmado Igual, ya tiene una hoja de ruta marcada: instalar sensores -que cuentan con una subvención de fondos europeos- para determinar el estado actual de saturación del aire en Santander y saber si hace falta limitar el tráfico.

Según ha explicado, desde el Ayuntamiento están "en proceso" de colocar esos sensores. "Tendremos que instalarlos, testarlos y tener resultados", ha apuntado, y para ello se pondrán "un plazo para valorar y actuar".

Y ha asegurado que podría no haber zona de bajas emisiones si los datos son positivos.

"La Ley dice que sí (es obligatorio) si hay zonas saturadas, tendremos que ver", ha subrayado a preguntas de los periodistas sobre una carta remitida por el Ministerio de Transportes a los ayuntamientos en la que advierte que tendrán que devolver los fondos europeos si no crean zonas de bajas emisiones.

Gema Igual (PP) ha aseverado que para delimitar tendrán que medir primero porque le parece "irresponsable" decir que el aire en Santander está saturado por el tráfico sin haberlo comprobado. "No es serio", ha insistido.

"Si hay zonas saturadas tendremos que ver en qué grado lo están para tomar medidas, que la más drástica sería, que no lo tenemos previsto, prohibir la circulación", ha explicado la alcaldesa, quien ha mencionado otro tipo de actuaciones como restringir el tráfico o limitar el tiempo de paso o la velocidad.

En este sentido, ha señalado que Santander lleva varias medidas tomadas para paliar el tráfico, como la peatonalización o semipeatonalización de vías y la limitación a 30 kilómetros por hora.