Las celebraciones navideñas además de alegría traen consigo mucha basura. Durante las reunión de jóvenes de la Nochevieja amanecieron, un año más, con basura de los multitud de botellones que deslucieron las calles y plazas del centro de Santander. Algo que el dispositivo especial de limpieza preparado por el Ayuntamiento, consiguió que la ciudad estuviera en orden para todos los santanderinos y visitantes,  fueron 19 camiones de basura, que anoche se depositaron en el vertedero de Meruelo. 

Como cada año, las plazas de Pombo y Cañadío y sus aledaños fueron, de nuevo, los lugares de encuentro de miles de jóvenes dispuestos a disfrutar de una noche memorable. Los vecinos y turistas de Santander tienen ganas de salir a la calle, disfrutar de estos días y olvidarse un poco de lo que ocurre en la vida, para centrarse en lo más importante, la familia y los amigos.

La suciedad de la Nochebuena

Con la imagen aún reciente de Peña Herbosa, transformada en campo de minas tras la 'tardebuena', rebosante de bolsas destripadas, plásticos y cristales rotos y regada de orines y vomitonas, la Nochevieja ha vuelto a poner en evidencia la falta de educación e higiene de quienes son incapaces de pasarlo bien sin dejar un rastro de suciedad.

Cómo ya ocurrió el pasado sábado, 24 de diciembre, estas ubicaciones son los sitios preferidos para que las personas se reúnan, tomen algo antes de ir a cenar con la familia y sea lugar de reencuentro para aquellos que están fuera de Cantabria. Son días en los que el espíritu de la Navidad invade las calles de Santander y las llena de alegría, diversión y momentos especiales rodeados de gente querida

Bajo la presencia policial, para prevenir cualquier tipo de altercado, muchos de ellos trajeados, acudieron en masa, cargando con bolsas de supermercado llenas de botellas y vasos de plástico para la celebración. La agradable temperatura durante toda la noche ayudó a que la celebración estuviese especialmente concurrida en esta ocasión.