La Sociedad Cántabra de Fomento de Caza y Pesca, ante las dudas surgidas a partir del último Consejo Extraordinario de Pesca, en el que se acordó suspender la pesca del salmón y de la trucha en ciertos cauces y tramos, ha explicado las medidas que propuso y que  «en ningún momento ha pensado en sacar a los pescadores del río».

Una vez que la Consejería de Desarrollo Rural tomó la decisión de cerrar, se pidió que la medida fuera temporal  para todas las especies en todos los ríos. «No entendemos, que se pida la suspensión de campaña por las condiciones de los ríos y se deje abierto para una especie si y para otras, no».

«Si la medida se ha tomado como defensa del salmón, nos resulta más incompresible que hayan quedado abiertas las zonas donde se encuentran los alevines de salmón y estamos viendo que la Consejería está sacando alevines en zonas medias de los ríos, en los cuales está permitida la pesca de la trucha, existiendo en esas zonas, alevines de salmón, que no han podido realizar la migración normal de la especie», continua explicando.

«Si queremos proteger el salmón, tendrá que ser desde que nace, hasta su vida adulta» se razona desde la Sociedad de Fomento de Caza y Pesca, que preside Manuel Borbolla.

La Sociedad por ello, en el Consejo Regional de Pesca pidió por escrito una serie de obligaciones que la Consejería debería  cumplir, como es la dotación de medios humanos y económicos para la recuperación de todos los peces que se encontrasen en dificultades debido a los caudales con niveles tan bajos, que les hace peligrar su vida.

También, demandó un control de los consumos de agua en actividades que no sean totalmente necesarias, como  lavados de coches y llenado de piscinas,  entre otras, así como el control de las gestiones de las depuradoras y fluidos que salen de ellas, una vez, teóricamente depuradas las aguas.

Además, abogó por el control de las poblaciones de depredadores, ya que la defensa de los peces, respecto a estos, con caudales bajos, es mucho más difícil; y de las partes bajas de los ríos salmoneros de las poblaciones de lubina, «las cuales están haciendo incursiones mucho más arriba de los estuarios, y provocando gran matanza de los alevines de salmón».

La Sociedad entiende que la suspensión temporal, se tenía que haber producido en lo que se considera como zona salmonera para todas las especies. Y por ello dice que no parce lógico que se piense que la falta de caudal afecta a la pesca de salmón y no se piense en los alevines de los mismos.

«Con ríos bajos, son los pescadores los que se encuentran con mayor dificultad para realizar la pesca, tanto para pescar salmón, como para la trucha, salvo determinadas formas de pesca, como es la que se realiza a pez visto», sigue razonando.

La Sociedad Cántabra de Fomento de Caza y Pesca, quiere dejar bien claro que está a favor que los pescadores disfruten de su deporte, que todos los pescadores, incluidos los de pesca tradicional, puedan disfrutar de la modalidad de pesca que más les guste, pero entiende que para que esto se pueda realizar, «es necesario que tengamos nuestros ríos en las mejores condiciones posibles, y seguro que si conseguimos que éstos estén con buenos niveles de agua y buenas condiciones de las mismas, los pescadores no nos tendríamos que ver en la situación en la que nos encontramos», concluye el comunicado.