27.04.2024 |
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DÍA DE LA MUJER

Las carboneras, mujeres silenciadas

El próximo martes 8 de marzo, el Ayuntamiento minero de Udías las homenajeará con motivo del Día de la Mujer

Las carboneras de la época del municipio de Udías./ SAJA
Las carboneras de la época del municipio de Udías./ SAJA
Las carboneras, mujeres silenciadas

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, el Ayuntamiento de Udías, de larga tradición minera, ha querido recordar, haciendo una mención especial en las redes sociales a todas esas mujeres que trabajaron en las minas. Ponerles cara, nombre y apellidos a muchas de las llamadas «escogedoras».

A pesar de la poca o nula consideración social de la mujer en aquellos tiempos, éstas tuvieron un papel importante en las labores de la mina y en la economía local de la zona al conseguir unos pequeños ingresos extras que ayudaron al mantenimiento familiar. La mayoría de ellas eran empleadas como escogedoras, cuya tarea no era otra que rebuscar entre la ganga o escombros que salían de la mina e ir apartando el mineral que hubiera quedado sin cargar.

Con un salario de 2,50 pesetas por jornada de trabajo, no debió ser sencillo para el colectivo femenino poder incorporarse a la actividad de la mina y aportar un jornal a la economía de la familia, y menos aun teniendo en cuenta que muy probablemente, necesitasen la autorización de padres o maridos para ello, según se recoge en el libro ‘Las Minas de Sel del Haya’ de Juan Montero Martin.

Estas mujeres, con todo en su contra, fueron fuertes y valientes, queriéndose abrir camino en un mundo de hombres. Por ello, desde el ayuntamiento minero agradece su trabajo por intentar en aquella época romper las barreras sociales.

CARBONERAS, MINERAS, DIGNIDAD A RAUDALES. Algunas de estas mujeres y, sobre todo las que vivían en el entorno rural, comenzaban la jornada muy de madrugada; también había que atender la cuadra con una vaca o dos, la huerta, a los chavales pequeños, generalmente hermanos, a algún abuelo enfermo… más una caminata de hasta unos ocho o diez km. ida y vuelta. Las carboneras, entre otras, sufrieron el desprecio público, ya que al trabajar en el ámbito autónomo y ganar un salario, tenían libertad económica para actuar al margen de los hombres de la casa, contradiciendo la ideología del momento. Además, al trabajar en el sector industrial, tradicionalmente masculino, se interpretaba como intrusismo y como abandono de sus deberes familiares... Y no sólo rezando y «criando a sus hijos entre amor y lágrimas y siendo las dignas compañeras del hombre»… como dejó escrito el historiador Tuñón de Lara, en un libro-homenaje a los mineros con textos de diversos autores (1964).

Hay que diferenciar entre aquellas mujeres que trabajaron en la minas del carbón, en el interior, y aquellas otras que jamás entraron en la mina, pero trabajaban de carboneras en el exterior, muchas en los cargaderos y lavaderos, y muchas escogiendo carbón en las cintas; a la par, no hay que olvidarse de aquellas mujeres que rebuscaban en las escombraras carbón para llenar un cesto y poder venderlo luego; esas mujeres, llevaban sobre la cabeza aquellos cestos y recorrían largas distancias. Luego, por otra parte, también estaban las carboneras que repartían el carbón, bien en carros manuales o con caballerías; generalmente eran viudas, sus maridos morían en la mina… y las empresas y subcontratas las contrataban, bien para el reparto del vale del carbón cuando se ganó aquella reivindicación, bien para transportar el carbón a empresas y particulares; otras, más acá, compraban el carbón y lo vendían ellas mismas, eran autónomas; y algunas siguen siendo carboneras con furgonetas y pequeños camiones. Durante muchos años, estas mujeres trabajaron duro y encima cobraban menos de la mitad que un hombre; muchas de ellas, además, limpiaban las oficinas de la empresa, lavaban la ropa de capataces y vigilantes, y otros añadidos que siempre inventaban los mismos… que si la limpieza del botiquín, los aseos, y la casa de máquinas. Y no hay que olvidarse que en las cuencas mineras durante la Guerra Civil, los hombres iban al frente, y quedaban pocos en los puestos de trabajo; ahí también ocuparon muchas mujeres esos trabajos.

De estas mujeres, esenciales en la vida de aquellos años, existe muy poca documentación, la historia y vida se tragó a estas grandes mujeres; incluso, había paisanos que no les gustaba que trabajaran con el carbón; muchas de ellas, en cuanto se casaban, dejaban de trabajar en los diferentes puestos de carboneras. Los empleadores y empresas, necesitaban de ellas, pero preferían que hicieran el rol de reproductoras para asegurar la mano de obra para más adelante. Así eran.

Las carboneras, mujeres silenciadas
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