El partido, como dijo de manera muy gráfica José Alberto el pasado domingo, se va a disputar en “un horario de mierda”, pero el racinguismo va a estar presente. Como siempre. Y más aún ahora, en los momentos difíciles en los que hay tanto en juego. Viene el Ibiza, un equipo que se sabe descendido aunque las matemáticas le otorguen la esperanza del inocente, y Los Campos de Sport van a presentar un ambiente de gala. Lo más probable, de hecho, es que se vuelva a colgar el ‘no hay billetes’ porque no quiere faltar nadie. Se ha producido una llamada, el aficionado ha visto señales de humo y está dispuesto a acudir con las pinturas de guerra. No se puede escapar ningún punto.

A primera hora de la tarde de ayer, sólo quedaban 3.500 localidades por dispensarse para el encuentro de mañana a las nueve de la noche. Es una cifra que a falta de más de 48 horas para la contienda y teniendo en cuenta la inercia que lleva, es fácil que se haga añicos y que se rebaje hasta cero. Es algo que ya sucedió esta temporada en el primer partido del año en El Sardinero con la diferencia de que aquel partido fue ante el Sporting y que hubo más de cuatro mil seguidores rojiblancos en la grada. De Ibiza no se espera a nadie. Todos serán racinguistas.

La unión entre los futbolistas y los hinchas verdiblancos es un hecho. El mismo Germán destacó ayer la “comunión” que se ha dado entre ambos, algo a mantener y, sobre todo, a exprimir en las últimas citas que quedan por disputarse en casa. Quedó sobradamente acreditado el pasado domingo contra el Granada, cuando apretó de lo lindo, sobre todo en el tramo final de la contienda, para ayudar a los suyos a aguantar el arreón final del equipo andaluz. “Se notó bastante”, confesó el central de San Fernando. Y más aún se tiene que notar mañana.

Las dos últimas apariciones del Racing en su campo han henchido de orgullo a sus seguidores porque han visto a su equipo salir a por el rival sin miramientos y con verdadera intención de meterle en su campo hasta que, como mínimo, rompa la igualada inicial. Ha salido sin complejos a pesar de tener delante a un equipo de playoff (Albacete) y a otro que estaba en posiciones de ascenso y que, para colmo, se jugaba en El Sardinero el liderato (Granada). Ver que es el equipo quien da el primer paso ayuda mucho y une más. Y si, para colmo, se logra una victoria sufrida que permite al racinguista disfrutar de una auténtica fiesta con final feliz, más todavía. Después, cuenta lo vivido en el trabajo, en casa, en el colegio o en la universidad y todos quieren vivir lo mismo. De ahí la respuesta para el encuentro de mañana.

El club ha ayudado a que la grada presente un gran aspecto. Como ha hecho en las anteriores ocasiones en las que ha sido el enemigo quien ha puesto el horario (lunes o viernes a las nueve), lanzó una promoción para que hubiera más gente que diera el paso. En esta ocasión, puso desde principios de semana dos entradas a disposición de cada abonado para la zona del campo en la que éste se siente por quince euros. Y desde el lunes hubo un goteo de gente frente a las taquillas de Los Campos de Sport. Se notó que algo se estaba cociendo y se confirmó ayer, cuando el Racing dio a conocer la evolución de la venta de localidades.

A primera hora de la tarde sólo quedaban 3.500, una cifra que, para cuando empiece el día de hoy, puede estar ya cerca de los tres mil. En concreto, los asientos de la Preferencia Norte (‘La Gradona’), Tribuna Norte y Tribuna Este estaban agotados. Desde ese momento, los abonados que tienen un carné para alguna de esas zonas podían hacerse con entradas para alguna otra. A esto hay que sumar que el de mañana es el partido elegido para llevar a cabo una iniciativa ya tradicional, que es entregar 600 entradas al Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria para que, ante la necesidad de sangre, éste pueda repartirlos a quienes donen estos días.

La venta de entradas siempre se acelera conforme se va haciendo más grande la bola de nieve. El indeciso comprueba que se va a rondar el lleno y que, por lo tanto, se va a poder disfrutar de un gran ambiente que puede culminar en una gran fiesta y nadie se la quiere perder. Por eso es probable que se acabe colgando ese ‘no hay billetes’. Quien quiera hacerse con alguno, tiene el día de hoy entre las diez de la mañana y las cinco de la tarde mientras que mañana estarán abiertas las taquillas desde las doce hasta la hora del encuentro. Todo ello, sin olvidar que se mantiene abierta la venta online. Es un partido que huele a final y a nadie le gusta perderse algo así.

Todos a disposición de José Alberto

Da la sensación de que las semanas en las que el Racing ha acumulado un buen número de bajas han terminado porque se ha abierto un claro entre las nubes: José Alberto podrá disponer mañana de todos sus futbolistas. El único que se mantiene al margen del grupo es Pablo Bobadilla, que se va a pasar toda la semana en blanco. Ayer, cuando la plantilla completó la habitual suave sesión de trabajo a 48 horas del encuentro, el resto trabajó con normalidad, incluidos Mboula, que vuelve tras cinco semanas convaleciente, y Arturo, que fue baja ante el Granada por sus dolores en el pie. También se ejercitaron Germán y Satrústegui, que no lo habían hecho el día anterior por un control de cargas. Además, el técnico recupera a Íñigo y Parera tras cumplir sanción, por lo que tendrá donde elegir para el importante envite ante el Ibiza.