29.04.2024 |
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ONCE RAQUEROS Y UN BALÓN

Tres puntos más acercan la permanencia

Los jugadores del Racing agradecen el apoyo durante el partido a la Gradona De Los Malditos, que volvió a recuperar sus elementos de animación. / LALIGA
Los jugadores del Racing agradecen el apoyo durante el partido a la Gradona De Los Malditos, que volvió a recuperar sus elementos de animación. / LALIGA
Tres puntos más acercan la permanencia

El Racing de Santander ha ganado, ayer, lunes al Leganés en Los Campos de Sport de El Sardinero en un partido igualado que se ha decidido por los goles de Roko Baturina, último fichaje verdiblanco, y de Jordi Mboula, el catalán que lleva cuajando unos buenos partidos con la verdiblanca.

El encuentro, que finalmente quedó 2-1 a favor de los cántabros, ha sido competitivo y los dos equipos han mostrado una buena versión. La primera parte quedó del lado de los locales gracias al tanto del croata, y en la segunda se anotaron los otros dos goles del partido.

Roko Baturina, que ya en segundo partido como racinguista está dando alegrías a la parroquia santanderina, ha jugado 60 minutos y ha metido el gol que abría la lata en el partido.

El crota, criticado y amado a partes iguales por su primera intervención con la verdiblanca, ha sido titular y se ha movido entre los centrales generando espacios y huecos. El gol, en el minuto 27 sirvió para callar las malas palabras que oscilaban sobre su persona.

El tanto fue de nueve puro. Roko Baturina remató con la derecha desde muy cerca por bajo, junto al palo izquierdo, gracias a una asistencia del central verdiblanco, Germán Sánchez tras un saque de esquina.

El partido no podría comenzar mejor. El Racing ganando en la primera parte contra un rival que es un claro favorito a meterse en la fase de ascenso a la Primera División del fútbol español, y compartir así la gloria con los mejores equipos del panorama nacional.

El Racing supo aprovechar esa diferencia y en la primera parte aguantó bien el marcador. El rival, que como iba perdiendo, trataba de abrir espacios y huecos gracias a los talentosos jugadores que tiene, como es el caso del santanderino pero nunca exracinguista, Dani Raba.

Tras el pitido final de la primera parte, los jugadores de José Alberto se dirigieron a los vestuarios y salieron igual de enchufados que en la primera parte. Tanto es así, que el catalán Jordi Mboula metió un gol.

A los dos minutos de comenzar el segundo tiempo reglamentario, el jugador de moda del Racing metió el tanto de la tranquilidad para los cántabros. Jordi Mboula remató de cabeza a quemarropa desde el lado izquierdo por bajo, junto al palo izquierdo. 

La asistencia, cómo no, de Íñigo Vicente con un centro al área. El jugador ha cuajado un gran partido en la mediapunta del campo. El runrún susurraba que iba a repetir en esa posición tras el último partido que hizo, en el que en esa posición se desenvolvió muy bien e hizo un juego muy atractivo y dinámico para el Racing.

Más aún cuando el aragonés Jorge Pombo no estaba en el terreno de juego, porque tenía que cumplir sanciones debido a la acumulación de amonestaciones. Vicente ha sido un seguro en esa zona del campo, donde ha sido dueño y señor del juego verdiblanco.

Otro que también ha realizado un buen partido ha sido Aldasoro, que ha ayudado a sus compañeros y ha hecho una gran demostración de su juego y de su exquisitez técnica en el tapete de juego.

La segunda parte corría y el balón con ella, el Racing cada vez más cansado físicamente tenía que defender un resultado muy a favor, que algunos no hubieran apostado antes del partido dado al rival que tenían enfrente.

Los de José Alberto seguían aguantando, como ya hicieron los cántabros ante la conquista romana, y fueron sumando minutos y jugadas para intentar matar el partido o para evitar un tanto de los madrileños.

Tanto esfuerzo fue en vano, porque en el minuto 68, a mitad de la segunda parte, José Arnáiz disparó con la izquierda desde el lado izquierdo del interior del área por el lado derecho de la portería. La asistencia de Jorge Miramón después de un pase en profundidad tras un saque de esquina sirvió para abrir la lata para el conjunto del Leganés.

El partido  se complicaba y el técnico racinguista tenía que mover fichas, porque veía que el encuentro se podría perder. Por ello, sacó a Pol Moreno, fiel central de Romo exentrenador racinguista, para que aguantara el ataque rival y poder contener un poco la contienda.

Los minutos seguían pasando hasta llegar al 90, con 8 minutos de añadido y algún que otro susto para la parroquia verdiblanca. Tres puntos que se quedan en Santander para seguir soñando, pero sobre todo peleando, con la permanencia en Segunda División.

VOLVIERON A ONDEAR LAS BANDERAS. La Gradona De Los Malditos presentaba, por fin, un cambio de imagen. Los bombos y la megafonía volvieron al fondo norte de El Sardinero. Los aficionados cántabros disfrutaron de su Racing y de unos elementos de animación dignos.

El calor de la Gradona es el ambiente que se respira en el feudo racinguista, y los jugadores son conscientes de ello. Cuando la hinchada aprieta se nota en el terreno de juego. Es el pulmón de los once hombres que portan la verdiblanca. 

Volvieron a ondear las banderas y las palmas volvieron a sonar. Así da gusto ir al Huerto del Francés, la afición verdiblanca es el tesoro del Racing y hay que cuidarla. Son personas que no piden más que animar a su equipo, tanto en las buenas como en las malas. Eso es lo bonito de escuadras como las del Racing, el amor y el orgullo de pertenencia está por encima de todo.

Tres puntos más acercan la permanencia
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