Tras el partido del pasado viernes por la noche y el posterior entrenamiento del sábado por la mañana, Guillermo Fernández Romo concedió dos días y medio de libranza a sus jugadores. Quedaron en volver a verse esta tarde a las cinco para volver a la rutina. El hecho de contar con nueve días entre el encuentro ante el Dux y el que les espera el próximo domingo en Ferrol dio margen al entrenador para permitir a sus hombres que cogieran aire y descansaran. Porque lo van a necesitar. Se les va a presentar un otoño que, si las cosas les van bien, puede estar cargado de partidos. Tocará jugar entre semana a menudo y eso, en la práctica, supone contar con pocos días de descanso. Por eso había que aprovechar estos días.

En concreto, si al Racing le salen bien las cosas y avanza en la Copa Federación, que es la competición que provocará que se le acumulen los compromisos, va a jugar ocho partidos en octubre. En noviembre le aguardarían seis y eso significaría que se habría clasificado para jugar la Copa del Rey, lo que provocaría que comenzara diciembre estrenándose en dicha competición. Posiblemente, ante un rival de Primera División. Este premio merece la pena, pero lo cierto es que el camino para conseguirlo es tremendamente largo.

Si el Racing va a salir a competir en una competición que en otras ocasiones ha disputado su filial es porque la temporada pasada no hizo los deberes. Se dejó llevar en el tramo final de campeonato, una vez que había conseguido matemáticamente su objetivo, y enlazó derrotas que le dejaron por detrás del Real Unión. Éste sí se ganó así la clasificación directa para la Copa del Rey pero no así el conjunto cántabro, al que le concedieron, como a muchos otros en su situación, la posibilidad de subirse al carro compitiendo en la Copa Federación.

Para conseguir lo que busca, necesita clasificarse para las semifinales de este último torneo. Y para ello ha de superar tres eliminatorias que ya están sorteadas y que se disputarán por entero durante un mes de octubre que difícilmente podría estar más apretado. El próximo domingo empezará la carrera buscando sus primeros puntos ligueros a domicilio contra el Real Unión. El miércoles seis dará su primer paso en la Copa Federación recibiendo al Arenas para, el sábado día nueve, recibir al Calahorra a las cinco de la tarde. El miércoles día trece, de seguir vivo en el torneo del KO, debería jugar en el campo del ganador del duelo entre el Langreo y el Avilés para visitar el domingo 19 el campo del Badajoz en liga.

Después de dicho encuentro en tierras extremeñas tendrá una semana convencional para tomar aire. Y a buen seguro que agradecerá no tener partido entre semana no sólo para recuperarse del intenso duelo que se prevé en Badajoz, sino también del largo viaje. Será importante teniendo en cuenta que al fin de semana siguiente le tocará recibir al Deportivo en Los Campos de Sport, lo que será, sin duda, uno de los partidos más esperados de toda la temporada. El partido decisivo de Copa Federación que le permitiría clasificarse para semifinales y, de esta manera, ganarse también un pasaporte para la Copa del Rey sería el miércoles 27 en Santander. El intenso mes de octubre se cerrará en Irún contra el Real Unión.

Como se puede apreciar, no sólo se viene, en el mejor de los casos, un mes de octubre cargado de partidos, sino que en liga tocará atravesar un tramo de competición especialmente complicado con partidos en Ferrol, Badajoz e Irún y un encuentro en casa contra el Deportivo. Será un mes exigente que a buen seguro pondrá a prueba la profundidad de plantilla de Guillermo Fernández Romo, que tendrá ante sí la oportunidad de enchufar a más jugadores y de darles la oportunidad de demostrar que se puede contar mucho más con ellos. Está por ver cómo se toma el técnico la Copa Federación, pero se espera la aparición de jugadores como Parera, Ceballos, Bobadilla, Marco Camus o Carlos Castro. También se abre la puerta a más participación de los jugadores del filial, que tendrán la oportunidad de medirse a rivales de la misma categoría que el Rayo Cantabria como el Arenas, el Langreo o el Avilés. En un principio, estarían capacitados para, bien rodeados, actuar de manera más que solvente. La Copa Federación puede ser un buen premio para ellos.

En el caso de que el Racing alcance las semifinales, en noviembre disputaría las mismas y la posible final. Lo haría sabiéndose ya clasificado para la Copa del Rey y con el objetivo ya de sumar un título, lo que nunca está de más, e incluso conseguir una recompensa económica ya de cierta importancia. Sólo ganar ya supone un ingreso de 90.000 euros, que no parece demasiado para un club del tamaño del santanderino pero que puede suponer la ficha de un buen jugador de cara a la segunda vuelta en el caso de que haya que acudir al mercado. Por ejemplo.

La semifinal de la Copa Federación sería el diez de noviembre y la gran final el día 24. En medio, habría partidos ese mismo mes contra Cultural Leonesa, Bilbao Athletic, Zamora y Unionistas. Llegar tan lejos en el torneo del KO habría supuesto clasificarse para la Copa del Rey. Y el debut en la misma se produciría en la primera ronda, que se disputaría el uno de diciembre y donde podría tocarle en suerte algún equipo de Primera División. El encuentro se celebraría en Los Campos de Sport porque es seguro que al Racing le tocaría jugar contra un equipo de superior categoría, por lo que también existiría ahí la posibilidad de tener ingresos extraordinarios en forma de taquillas y televisión.

Como se ve, en el caso de que al conjunto cántabro le vaya todo rodado, se le vienen al menos dos meses con partidos prácticamente cada tres días, como si de un equipo de Champions League se tratara. Eso supone un mayor agotamiento y una mayor carga que se puede traducir también en molestias físicas o musculares. Hasta la fecha, el Racing está mostrando un buen estado jugando un partido por semana, los jugadores acaban bien los mismos y apenas ha habido molestias musculares. Sólo Bobadilla y Manu Justo han pasado por ellas. Sin embargo, estos meses de octubre y de noviembre serán una buena prueba de fuego. Lo más fácil quizá fuera dejarse llevar y apartarse de una competición que alguno podría definir como molesta por el esfuerzo que conlleva para buscar una recompensa complicada. También habrá quien crea que desvía la atención de lo prioritario, que está en la liga. Sin embargo, si uno mira atrás, verá que cuando mejor le ha ido al conjunto cántabro y cuando ha logrado sus últimos ascensos, ha sido cuando le ha ido bien en Copa.