27.04.2024 |
El tiempo

La fiesta tiene un plan

Si se consuma el ascenso, la primera celebración será sobre el césped | El equipo comerá en el estadio y después llegará al Ayuntamiento en autobús descapotable en torno a las cinco

Pablo Bobadilla: «Hay que valorar mucho lo que está haciendo este equipo»

El Ayuntamiento se engalana con la bandera del Racing

Aficionados del Racing.
Aficionados del Racing.
La fiesta tiene un plan

Hay quien cree que da mala suerte anunciar el programa de festejos para celebrar un éxito que todavía no se ha conseguido pero, por otro lado, tampoco es algo que se pueda dejar para la improvisación. Ha de estar programado porque hay que movilizar a mucho personal para, en la medida de lo posible, intentar que no se descontrole la masa de personas que, por ejemplo, ansían la llegada del domingo para festejar a lo grande el retorno del Racing a Segunda División. Hay una posibilidad de que todo quede en un ‘coitus interruptus’ y que haya que retrasar toda la fiesta al menos una semana más, que pasaría por una victoria del Deportivo y una derrota del conjunto cántabro, pero parece más probable que se dé alguna de las dos circunstancias que brindarían al equipo de Fernández Romo el salto de categoría: que o el equipo gallego no gane, con lo que el partido ante el Celta B comenzaría con el Racing en Segunda División, o que éste saque al menos un empate. Por eso hay que tenerlo todo preparado. Y ya lo está a la espera de ir afinando los diferentes detalles.

El ascenso incluso se pudo haber producido la semana pasada, por lo que el Racing se ha mantenido en contacto con el Ayuntamiento desde hace días y tenía preparado un dispositivo por si había que encender la música el domingo pasado, lo que habría sucedido si el Deportivo, en lugar de empatar en Talavera, hubiera perdido. Todo se retrasó y ahora se ha vuelto a reprogramar un calendario de festejos para el día del encuentro contra el Celta B, que será el de la gran celebración independientemente de lo que suceda el día anterior en Riazor. Ese día podrá haber racinguistas que salgan a la calle a festejar el ascenso si los hombres de Borja Jiménez pinchan, pero, obviamente, no podrá ser con los jugadores porque éstos deberán estar preparados para saltar a escena y dar la cara el domingo a mediodía. De hecho, habrá muchos equipos pendientes de ese encuentro porque el filial celeste es uno de los que se está pegando por clasificarse para el playoff.

Como las peñas y, en general, el racinguismo organizado ha realizado sus propios planes y éstos comenzarán antes del partido, el equipo llegará en autocar al estadio en lugar de en su coche particular, como ha sido lo habitual a lo largo del curso. Ya existen quedadas varias para estar en la fachada principal de Los Campos de Sport cuando eso suceda con el fin de brindar a los jugadores la habitual recepción de los grandes días, con una buena masa de gente rodeando el autocar, bengalas y los primeros cánticos para conseguir que el equipo ya comience caliente.

En las gradas del estadio habrá un lleno y, por lo tanto, se disfrutará de un ambiente festivo a poco que las cosas discurran con cierta normalidad. Podría darse un auténtico bajonazo como los que ya se han dado en otras ocasiones en los que se ha completado el aforo en el caso de que el Deportivo gane a la UD Logroñés el sábado y el Racing queme una traca que no ha quemado esta temporada en su campo, donde no conoce la derrota, contra el Celta B. Se pueden dar ambas combinaciones, pero hay que aceptar que es poco probable. Por eso hay que tener la fiesta preparada. Y el primer episodio, más allá del partido en sí, será sobre el terreno de juego.

sin invasión. El club ha hablado con las peñas para que ayuden a evitar que haya una invasión una vez que se pite el minuto noventa. Hay guardias de seguridad cada pocos metros pero son un número insuficiente para contener a una marea en el caso de que ésta opte por dejarse llevar. En el caso de que el césped se llenara de aficionados que hiciera ilocalizables a los futbolistas desde el graderío y que impidiera que éstos se reunieran, la fiesta se podría ver abortada y, en el fondo, lo que conseguiría sería que los protagonistas del ascenso se fueran rápidamente al vestuario para seguir allí la fiesta, ya en la intimidad. No es algo que quiera nadie.

Es probable que no haya prisa para marcharse, por lo que es recomendable llevar el bocadillo. Allí se improvisará la celebración con los aficionados hasta que la cosa ya no dé para más. Será entonces cuando jugadores y técnicos se vayan para dentro y continúen la celebración por su cuenta en el interior del estadio. Será allí donde coman algo para, pasadas las cuatro de la tarde, subirse a un autocar descapotable que estos días se está adornando para la ocasión con motivos verdiblancos.

El plan es hacer un recorrido por las calles, seguramente escoltados por un buen número de racinguistas, camino del Ayuntamiento, que será el centro neurálgico de la celebración vespertina. La idea es no retrasar demasiado este acto. En el último ascenso, conseguido en el campo del Atlético Baleares, esto hubo que hacerlo de madrugada, por lo que hubo miles de personas que no pudieron acudir por ser de fuera de Santander o porque al día siguiente había que ir a trabajar o al colegio. Lo del próximo domingo puede ser una cosa bien diferente y mucho más masiva. Allí, probablemente, se recurra a los grandes cánticos, a buenas palabras de agradecimiento, al lucimiento de los más hábiles con el micrófono y a los cánticos por parte del pueblo para que Pablo Torre se quede.

El Ayuntamiento lucirá debidamente engalanado. De hecho, hoy mismo colgará una bandera verdiblanca que se prolongará a lo largo de prácticamente todo el ancho de su fachada. No han comprado ni confeccionado nada nuevo para la ocasión, sino que será el ‘trapo’ utilizado en éxitos anteriores. Es fácil saberlo porque ayer por la mañana se colocó durante unos pocos minutos para comprobar que estaba en un estado presentable. Sucedió por la mañana para, poco después, retirarlo hasta hoy, cuando se celebrará un pequeño acto con el que comenzará en engalanamiento oficial. Al mismo acudirán tanto el presidente del club, Alfredo Pérez, como la alcaldesa de la capital cántabra, Gema Igual.

En principio, una vez que se acaben las ideas para seguir desde el Ayuntamiento, se acabará la fiesta oficial y cada uno la seguirá por su lado. El otro problema que sucedió en el último ascenso, además de lo tarde que fue la llegada al Consistorio, fue que, una vez acabado el acto desde el balcón, el aficionado estaba con ganas de seguir la fiesta y apenas hubo donde continuarla porque todo estaba cerrado. Siendo domingo por la tarde, habrá más opciones pero, por si acaso, desde las peñas se han reunido con zonas de hostelería para solicitar que abran. Se da por hecho que Cañadío estará activo y los bares del Río de la Pila también han advertido que lo harán. La fiesta, por lo tanto, parece asegurada.

Los jugadores a buen seguro que iniciarán una fiesta más privada, con sus parejas y acompañantes. Irán a cenar y a seguir la celebración. Posiblemente sea posible encontrarse con alguno de ellos por las calles ya a altas horas. Si todo sale bien, ya no tendrá vigencia la necesidad, como dice Fernández Romo tras cada partido, de volver a entrenar analizando los errores del último partido y trabajando por seguir evolucionando porque el objetivo estará conseguido. Será momento en pensar en modo Segunda División.

La fiesta tiene un plan
Comentarios